¡El Torbellino de Hojas!

Capitulo dos

"Gai..."

"¿Sí, rival?"

"¿No te gustaría noquearlos?"

"¿Cuáles?'

Su amigo miró a su alrededor antes de encogerse de hombros:

"Todos ellos, excepto quizás el Primero".

"Hecho"

El joven Uchiha de cabello largo –pero mucho más sedoso y bien arreglado que el de Madara Uchiha– no tuvo tiempo de aclarar realmente sus pensamientos, ya que un golpe fuerte y bien colocado de Gai lo envió hacia el líder de su Clan. Dos de ellos quedaron claramente eliminados, y sólo unos sesenta más esperaban.

¡Joder! ¡Qué desafío tan maravilloso y juvenil! El espíritu de la juventud finalmente comenzaba a tocar a su mejor amigo y rival ¡Esta era una gran oportunidad!

Sin esperar a que los Senju recobraran el sentido, Gai se movió, porque tenían que ser Senju ¿Verdad? Los Senju eran de hecho los enemigos tradicionales de los Uchiha antes de la fundación de Konoha, al menos si recordaba correctamente sus clases juveniles...

Dicho esto, era cierto que en ese momento, su juventud era tan fuerte que no era Gai, el más serio de los hombres en términos de estudios teóricos, prefería mover su cuerpo y dominar su taijutsu en lugar de retener información y eventos que eran tan... antiguos.

El ninja notó vagamente la sonrisa del Segundo Hokage cuando el joven Uchiha aterrizó sobre un montón de extremidades sobre Madara... ¿Rivales, tal vez? ¡Gai no podía simplemente interponerse en el camino de una rivalidad joven y saludable!

Dándose la vuelta, cargó hacia adelante y noqueó con cuidado al Segundo antes de agregar rápidamente algunos Senju más a la pila mientras el Primer Hokage miraba con asombro, ¡Parecía tan joven! –y parecía reacio a intervenir, por lo que Gai intentó ser lo menos agresivo y amenazador posible.

Este objetivo se volvió un poco complejo por el hecho de que estaba golpeando a la gente a su alrededor, saltando de un lado a otro para noquear a las personas que no sabían qué hacer, si continuar peleando entre sí o lidiar con él, como vieron a todos sus demás enemigos como amenazas más problemáticas.

Por esa razón, y con la ayuda de algunas Puertas, Gai había noqueado a casi todos antes de que un Uchiha levantara una mano mientras Gai cargaba hacia él.

"¿Puedes darme tu nombre?"

"¡Soy Gai Maito, la Sublime Bestia de Presa Verde de Konoha!" Gai respondió con una pose antes de inclinarse levemente. "¿Te opondrías a que te aturdieran?".

"Preferiría hablar, si no te opones".

"Un momento por favor".

Muy feliz de haber conocido a un adulto Uchiha educado, Gai saltó junto a Kakashi, quien suspiró.

"Escuché eso".

"¿Entonces, qué piensas? ¿Realmente deberíamos eliminarlos a todos?"

El Hatake se encogió de hombros y recorrió con la mirada la docena de personas que estaban a cada lado.

"Supongo que está bien, si nos dan problemas podemos irnos y buscar refugio en mi casa, ellos tendrán que quedarse aquí y cuidar a sus compañeros de clan a los que tan limpiamente golpeaste".

Gai asintió y le dio una gran sonrisa al Primer Hokage, quien vacilante le devolvió la sonrisa y se acercó con otro ninja con el ceño fruncido.

"¿De qué clanes son?"

¡Todopoderosa Konoha! ¡Una mujer! ¡Parecía particularmente joven!

"Clanes Hatake y Maito".

"Conozco al Hatake por su nombre, pero no al Maito", admitió Hashirama Senju mientras se interponía entre la mujer de su clan y el educado Uchiha que se había unido a ellos, con el Sharingan apagado.

"Hemos recorrido un largo camino", confirmó brevemente Kakashi, siempre propenso a los eufemismos.

"Soy Hikaku Uchiha, el primo de Madara".

"¿Cómo puedes ser tan educado y aun así ser primo de alguien tan pequeño que atacaría a un hombre antes incluso de hablar con él?".

El Uchiha parpadeó muy lentamente, levantando una ceja con la calma típica del Clan, y sorprendió profundamente a Gai y los demás:

"Bueno, para empezar tengo cerebro y la uso".

Y de repente, sin que ninguno de ellos pudiera predecirlo, el pequeño Naruto sonrió muy alegremente desde su posición segura en los brazos de su protector e hizo una imitación muy convincente de la pose de Gai para él. ¡Un ser tan joven lo estaba tomando como ejemplo! ¡Era un modelo a seguir para la juventud! ¡Tantas emociones!

"¡No, no, Naruto, no!"

Kakashi se unió a Gai con sus lágrimas de emoción, aunque eran más lágrimas de desesperación. Realmente, su rival podía ser tan dramático a veces. Gai no entendía de dónde venía esto, él mismo nunca había sido tan dramático.