Capítulo IV.
Anteriormente:
- Cynthia – Silver ¿olvidaste las normas del buen hablante y del buen oyente? – Ella al ver que al fin la miraba de frente le regalo una cálida sonrisa que hizo que lagrimas brotaran de los ojos plateados que la miraban, ahora fijamente – ¿Qué? ¿Tanto me extrañaste idiota? – La ojiazul se lleva las manos a las mejillas mirando al joven que al parecer había quedado mudo – Pues... Yo también, te extrañe.
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- Silver seco sus lagrimas con sus antebrazos comenzándose a sentir algo irritado, al retirar sus manos revelo un ceño fruncido que desconcertó a la chica frente a él – Deja de jugar conmigo, y, sal de mi habitación. – Los ahora fríos ojos plateados, que una vez la miraron con sorpresa y afecto, pasaron frente a ella dejándola sin palabras, el sonido de la puerta abriéndose la hizo voltear – Me sorprendí antes, porque te pareces mucho a ella, pero ya no funcionará.
– C – Cálmate Silver yo soy Cynth....
– Silver – Dije que dejaras de jugar – Con la mirada baja y sin percatarse comenzó a liberar una intensa presión electroestática, que puso la piel de gallina a la pelivioleta – No permitiré... Que me enga... – En un parpadeo, la chica que estaba sentada en su cama estaba frente a él y la puerta a sus espaldas fue cerrada suavemente.
– Cynthia – Sigues siendo un sentimental – Suavemente, levanto la cara del ojiplata desde su mentón logrando que los llorosos ojos de aquel chico se encontraran con los suyos, su mano izquierda, se deslizo por dentro de la camisa desgarrada de aquel joven hasta llegar a su pecho poniéndolo muy nervioso y haciéndolo perder las ganas de resistirse, mientras los rosados labios de la chica se acercaban a los suyos, estando a milímetros de lo que parecía ser un inminente beso Silver... Desapareció – Jijiji No escaparas.
El caucásico detuvo su carrera al llegar a un amplio espacio techado, habían muchas cajas y contenedores de provisiones entre los cuales se escondió mientras se calmaba, por su mente pasaban mil cosas (Casi me besa...) yacía oculto y recostado de una de las enormes cajas de madera (A qué demonios está jugando esa mujer, primero dice que no es ella y ahora...) confundido sacude su cabeza de un lado al otro intentando despejar la imagen mental de ella a punto de besarlo.
– Cynthia – Caminaba por el lugar lentamente buscando al prófugo joven – ¿Donde se pudo haber metido? – Podía sentir la presencia de sus tres compañeras quienes estaban en el cuarto de reflexión, la jefa, había salido con L como escolta, así que la base estaba sellada herméticamente, no pudo haber escapado sin ser notado – ¿Silver donde estas?
En el depósito de la base.
– Silver – (Todas las mujeres de este lugar están dementes, sobre todo ella) – miraba el techo un poco más calmado mientras hablaba consigo mismo – (Cynthia... Si de verdad es ella tendrá que demostrarlo de la única manera posible, aunque será imposible para esa imitadora)
{(En el pasado Silver y su amiga se hicieron una promesa, promesa que solo ellos dos conocían.
– Silver – Te lo prometo Cynthia, yo guardare este collar hasta el día que muera.
– Cynthia – Yo también lo promete Silver, estos collares nos unirán por siempre.)}
Silver, sonríe con algo de tristeza, sosteniendo en su mano el collar que pertenecía a su amiga desaparecida, hace tanto tiempo ya, y miraba el que tenía en su cuello – Solo nosotros, conocemos esa vieja y rota promesa, este es... Nuestro secreto – Una lagrima amarga cae en silencio por su mejilla mientras empuña aquel viejo collar (Si solo estuvieras aquí)
– Cynthia – Tú... tú lo guardaste – Sus ojos se encontraron una vez más – Silver tú sigues manteniendo nuestra promesa – Sin darle oportunidad se abalanzo sobre el besándolo quedando sobre él hasta que lentamente Silver la aparta un poco de el mirándola muy sonrojado.
– Silver – ¿De verdad eres Cynthia? O ¿solopuedes leer mentes? – Ambos se miran porunos pocos segundos mientras la distancia entre ambos se reduce una vez más – Cynthia– Soy yo Silver – Una vez más, el pelinegro la aparta gentilmente apartando unpoco la mirada – Tu.... Estas muy cercaCynthia.
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El Sueño se Hizo Realidad.
Science FictionSilver es un chico es un chico de 15 años de edad, un joven como cualquier otro estudiante de 3año en bachillerato, con gustos normales solo que algo distintos a los demás jóvenes de su edad.