único

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Adaptación autorizada por kooositaaaa , todos los créditos correspondientes para ella <3

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Las dos y media de la mañana se marcaban en los celulares apagados de nuestra pareja.

Habían llegado de una fiesta, Lisa completamente exhausta con sus ojos a medio cerrar y Jennie igual, quizás un poco menos.

Si bien la última mencionada tenía una batería social limitada, todo era diferente con su bella novia de cabello rubio y sonrisa brillante. Puede estar podrida y con todas las ganas de dormir e igual hablarle un montón de horas de cualquier cosa que se le ocurra.

Justo como ahora.

En lo que Jen se desmaquillaba, le hablaba a Lis de la vez en que hizo un ejército de bichos cuando tenía como siete años y envío a su pandilla a pelear contra su mamá para poder conseguir galletitas dulces. Su mayor escuchaba atenta el relato de su pequeña en lo que se desvestía, quedando bajo las sábanas únicamente con un short corto, sin nada que cubriera su parte superior.

"no entiendo porqué mamá no quiso convidarme galletitas, me había portado bien toda esa semana y yo sé que me lo merecía" se quejaba la de cabello castaño, quitándose los broches de este cuando pudo terminar de quitar los restos de rubor, ésta vez agarrando un cepillo para el pelo.

"quizás era para que no tuvieras caries, bebé, tu mamá siempre cuenta que comías muchos dulces" respondió. Se acomodó en su lugar, haciéndole un espacio a su novia.

"¡No es cierto, Lili! No le tienes que creer esas cosas" Jennie hizo un puchero y terminó de cepillarse, levantándose de su lugar para poder cambiarse su atuendo.

Lisa quedó estática, observando como poco a poco podía divisar más de la pálida y lampiña piel de Jen. Se encontraba a sí misma bastante embobada con la esbelta figura de su novia, complementada con su espalda y su estrecha cintura. Ni hablar de sus firmes pechos y su marcado abdomen, donde estaban sus cuadraditos.

"¿Qué tanto miras? Tengo los ojos arriba y me estás mirando las tetas, sucia" dijo Jennie, tirándole su remera a Lisa, provocando que la tomara de sorpresa.

"perdóname, mi amor, es que me piden atención" se rió la rubia. Se quitó la prenda que cayó en su cara, dejándola a un lado y ahora viendo a la castaña con un short y una remera de su propiedad "¿Con el permiso de quién te pusiste mi remera?" Frunció el ceño.

"con mí permiso. Para tu información, tú nomás quisiste compartir armario y tú nomás dijiste 'ay si, mi amor, agarra lo que tu quieras que a mí me encanta verte con mi ropa' y no sé qué" contraatacó. Jennie sacó lo que quedaba de sábana para escabullirse bajo ellas, tapándose en cuanto a su cuerpo ya estaba sumergiéndose poco a poco en el suave colchón.

"ya sé, bebé, es una joda. Tu sabes que lo que es mío es tuyo" murmuró.

Lisa atrajo a Jennie sujetándola de las caderas, quedando pegadas, con sus piernas entrelazadas y sus rostros a pocos centímetros del otro. La castaña pudo apreciar con más claridad los excepcionales lunares esparcidos por el rostro de su amada, besando uno que tenía debajo de su ojo izquierdo para posteriormente comenzar una sesión bastante larga del piquitos.

Para ese entonces ya eran las cuatro de la mañana en punto.

Jennie no dejaba de hablarle a Lisa, por más adormilada que se encontrara, mantiene sus ojos abiertos e hipnotizados por lo expresiva y risueña que ve a su amor hablando de lo que serían los distintos tipos de tortugas y como tuvo de mascota a una de estas.

"yo considero que las tortugas de tierra son mejores. Son más bonitas y ellas te pueden hacer compañía, una vez, cuando era más pequeña y tenía a una de mascota, la-" fue interrumpida por un bostezo que aguó sus ojitos de gatito "la encontré en frente de la heladera tratando de abrirla porque tenía hambre" empezó a reírse, enchinando tiernamente sus luceros.

Lisa estaba sin palabras viendo la gran sonrisa de gomita de Jennie, este mirándola fijamente y llena de emoción al saber que ella seguía presenta en su relato, escuchándola atentamente.

"¿Lili?"

"¿Qué pasa, princesa?"

"¿Me quieres?"

"demasiado como para expresarlo con simples palabras" respondió. Su corazón se contrajo cuando su contraria comenzó a pestañear constantemente, a punto de caer en un profundo sueño.

"inténtalo, por favor" suplicó. Acortó un poco más la distancia entre sus caras, dejando al borde de la locura a Lisa con sus ojitos de ensueño sin saberlo.

"Y... Te quiero tanto que a pesar de estar a punto de dormirme me esfuerzo en escucharte, porque sé lo mucho que amas hablar y contarme cosas. Te quiero tanto que podría aprender a decir la oración al revés para que lo sepas. Te quiero tanto que soy capaz de pasar toda una madrugadas haciéndote ramos de flores con servilletas. Te quiero tanto que no tendría miedo en vender algo de valiosa posesión si se trata de ti. Te quiero tanto que puedo ser valiente y matar hasta el bicho más desagradable. No me limito con los te quiero, Jennie, te amo, te adoro, me encantas tú, tu personalidad, todo... No podría pedir algo mejor, mi amor, eres mi alma gemela" la afligida castaña sollozó, y como primera escena pudo verla resbalar tiernas lagrimitas "no llores, bebé, ¿Por qué lloras? Te confieso todo mi amor y te pones triste, ¿Mh?" agarró el rostro de Jen y limpió las gotas de agua, terminando por acariciar su cintura.

"eres una tonta" se rió.

"por ti"

Jennie golpeó suavemente a Lisa en el pecho, apretando las mejillas de la chica.

Siguieron charlando, casi eran las cinco de la mañana.

"entonces yo... Le dije a Rosie que era una tonta por hacerle caso a Jichu" bostezó. Sus parpadeos eran más constantes "es que era obvio que colándose en la fila no iban a conseguir brownies, aunque-" otro bostezo "después yo les convide de los míos" terminó su frase, acurrucándose en el colchón.

"¿Se comieron toda tu merienda, amor?" Lisa volvió a acercarse Jennie, cortando distancia entre sus caras y envolviendo su cintura con sus brazos, haciendo movimientos de arriba a abajo con ellos.

"algo así, pero si mis amigas estaban bien, yo también" la castaña comenzó a hacer garabatos en el pecho descubierto de la rubia, dejándose llevar por el sueño.

"eres un ángel, Jennie, ¿Lo sabes?" dijo "compraré uno de esos brownies de cajita del super y lo prepararás conmigo ¿Si? Vas a poder comer todos los que tu quieras"

La castaña ya había caído dormida y la rubia, con una gran sonrisa plasmada en su rostro y un corazón cálido, besó sus acaramelados labios por ultima vez para dormirse junto a ella.





































































































muchas gracias por dejarme adaptar esta historia tan linda.

espero les haya gustado.

besitos y cuídense 🐻‍❄️💗

late night talking / jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora