En mi oscuridad, encendiste una vela,
luz eterna que en mi corazón todavía resplandece.
Sanaste heridas, encendiste otra vela,
me diste sonrisas, una tras otra centelleante.Pero tú fuiste la luz más bella y brillante,
una aurora que iluminó mi mundo de instante en instante.
Sin embargo, las llamas se consumieron, una por una y volvió la penumbra.
Dos velas permanecieron, no se consumieron, ni lo harán en ningún momento.Era la llama del amor transformándose en dolor,
y la llama eterna en un recuerdo, de aquellas hermosas velas.
Se quedaron esas dos velitas en la memoria, encendidas, pero lejanas.
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Detrás de un sueño que no se cumplió
PoetryAdéntrate en un viaje poético a través de las emociones más profundas y los suspiros del corazón en "Detrás de un sueño que no se cumplió". Este libro presenta una colección de poemas que exploran los altibajos de un amor no correspondido, ilusiones...