Sin dudas

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Una cosa eran los abrazos y las palabras de cariño, otra muy diferente era besar a su mejor amigo, la forma en la que le había tomado por sorpresa el haber llegado a tal situación la había encontrado con la guardia baja totalmente.

Por un momento los brazos de Brett la hicieron sentir tan especial, y al ver su boca acercándose a la suya no pudo evitar alejarse, no por no querer corresponderlo si no que, no estaba muy segura de cómo hacerlo.

Estaba confundida, tanto tiempo y toda su vida concentrándose en estudiar y en crear cosas que era totalmente extraña a eso, y más viniendo de alguien con el que sentía tanta conexión como con Brett.

-Yo, no quería incomodarte, no sé que estaba pensando -. Decía el hombre mientras rascaba su melena, estaba visiblemente apenado.

- Tal vez es mejor si nos vemos mañana, en verdad lo siento -. Decía bajando los hombros y emprendiendo su camino a las escaleras.

-Brett, espera , no... No tenía idea de que me vieras de esta forma, sabes que no soy tan buena leyendo a la gente y ...

- Sólo tuve una tonta corazonada, mañana te contaré todo ¿Bien? -. Decía el hombre sin estar muy seguro de poder hacerlo en realidad -. Quiero empezar a ser más honesto porque yo...

A un paso apretado Reagan se acercó tomándole en un abrazo repentino que el hombre correspondió sin problema.

En esta ocasión fue la mujer quien eliminó la distancia entre sus rostros, podía sentir sus labios presionarse contra los suyos, definitivamente podía notar su falta de experiencia en ello, y eso sólo lo hacía más especial.

Déjà vu... ¿O estaría sucediendo algo más complicado que eso?

Cualquiera que fuese la explicación podría planteársela mañana definitivamente... ¿No habría ningún problema cierto?

Los silencios siempre eran un poco incómodos para Reagan pero después de separarse sentía un extraño alivio... La idea de que a alguien como él podría estar enamorado de ella no estaba dentro de ningún plan o posibilidad previamente analizada por su mente y mucho menos la idea de enamorarse de él de vuelta.

Pero hasta ahora todo lo que percibía de el, su cariño, aprecio y honestidad, eran más que suficiente para sentir en su estómago esa sensación que tienes cuando ves al tipo que te gusta en la revista, multiplicada mil veces más, era un sentimiento en verdad especial.

Brett apretó su mano suavemente.

-Nos veremos mañana ¿Bien Reags?

-S... Si-. Decía ofreciendo una sonrisa.

¿Desde cuándo tartamudeaba al hablar con él?

El hombre le tomó de la mejilla y le plantó un breve beso... Aunque fue lejos de sus labios sintió de nuevo esa chispa, no tenía ganas ni intención de dejarlo ir...

Subió los peldaños de la escalera en una dirección distinta a la de la salida.

Podía sentir como el corazón le latía más fuerte, sabía muy bien cuál era la necesidad del momento.

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Por más que quisiera tomarse con calma y a la ligera la situación su cuerpo de nueva cuenta actuaba por mero instinto, la manera en la que la mujer lo invitaba una y otra vez a sobrepasar un límite era demasiado excitante para él.

Subiendo las escalera le estaba dirigiendo a su habitación, de forma lenta y pausada estaban muy ocupados besándose por el pasillo, el saco había sido el primero en salir y ahora estaba muy ocupado tratando de desabotonar la blusa de la mujer... La puerta principal abriéndose de forma repentina cambió totalmente el asunto.

Era el papá de Reagan, pésima noche para llegar a esas horas con su estimada hija a quejarse un poco del mundo.

En un evidente estado de ebriedad pasó sin mucho preámbulo a la sala de estar, sin notar la presencia de ninguno de ellos en primera instancia.

Reagan con una cara un tanto apenada hizo una mueca de <lo siento>, volviendo a abrochar los pocos botones que el hombre había conseguido bajar.

-Creo que es mejor que salgas despacio... Lo distraeré, no quiero que por su culpa toda la oficina se entere, no ahora -. Decía en un tono silencioso.

-Esta bien Reags -. Decía dándole un breve beso junto con una amable sonrisa.

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Había algunas cosas que lo hicieron perder el sueño esa noche, pensar en toda la situación lo hacía sentir unas pequeñas cosquillas, también se preguntaba si la Reagan de ese otro universo estaría pasando por algo semejante, porque a final de cuentas de alguna forma estaban ligados bajo sus propias conclusiones, tenía que decirle todo eso a Reagan mañana, pero cada que cerraba los ojos podía imaginar a la mujer quedando a centímetros de él.

¿Cómo debía de tratarla ahora? ¿Su amistad cambiaría? ¿Debería de estar preocupado de alguna forma?

No tenía idea de la respuesta de todas esas preguntas que su mente seguía produciendo, sólo sabía que aunque estuviera soñando todo esto, odiaría despertarse en este momento.

Future BrettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora