ONE PICE: Familia de sombrero de paja

capitulo 10

Advertencia

Este capítulo contiene muchas tonterías familiares. Si no te has cepillado los dientes ni has ido a tu chequeo anual entonces prepárate para muchas caries.

One Piece: Familia de Sombrero de Paja

Las primicias de Mika

La vida de un bebé en un barco pirata

Nami y la recién nacida Mika pasaron todo el día y medio en la enfermería recuperándose. Al igual que ellos, la tripulación también se recuperó de pasar toda la noche despierto esperando al bebé. Cuando la pose del tronco finalmente se solucionó en la siguiente isla, la tripulación dejó Vicious Wild con un nuevo miembro. El viaje tomaría algunos días para llegar a la siguiente isla. Mientras tanto, la tripulación seguía visitando a la bebé Mika cada vez que tenían tiempo libre, lo cual para Luffy era todo el tiempo. Nami lo encontró dulce. Una vez que aterrizaron en su nueva isla, la tripulación decidió tomar la decisión de establecer su base en la isla por algún tiempo. O al menos hasta que fueran descubiertos o hasta que sintieran que era hora de moverse.

Un mes después del nacimiento de Mika, la tripulación ahora se enfrentaba a algo más temible que cualquier enemigo que hubieran conocido; la privación del sueño. Mientras que durante los primeros días desde que zarpamos y llegamos, Mika había sido un ángel. Luego vino el llanto; ¡lo peor fue que llegó de noche! La bebé Mika, como cualquier bebé, empezó a llorar en mitad de la noche. Para quien estuviera de guardia nocturno, fue ciertamente sorprendente. Durante los primeros días, todo el equipo se levantaba pensando que uno de ellos estaba en problemas. Con el tiempo se acostumbraron, en su mayor parte. Nami no quería causar demasiados problemas al resto del equipo así que tenía una cuna en su habitación. A Robin no le importó, en lugar de eso se refugió en la biblioteca y se fue a la cama en algún momento después de que Mika terminara su diatriba nocturna.

Y esta noche no fue diferente.

Al escuchar los llantos de su bebé, Nami se despertó. La joven se sentó aturdida y miró hacia el lado donde había una cuna. "Ya voy, cariño. Ya voy". Nami habló con cansancio mientras balanceaba las piernas sobre la cama.

Nami se acercó a la cuna y levantó al bebé que lloraba. "Ya, ya, princesita, mami te tiene". Mientras Nami acunaba a la niña, los llantos de Mika se suavizaron ligeramente mientras miraba para ver quién la tenía.

Nami sonrió, "¿Tienes hambre?" Una primera pregunta obvia, pero cuando tu hijo tiene genética de un pozo sin fondo, probablemente era la respuesta obvia. Nami se sentó y trató de alimentar a Mika, pero el bebé pareció negarse.

"¿No tienes hambre? ¿Entonces tal vez necesites un cambio de pañal?" Nami revisó al bebé, pero Mika no necesitaba un cambio. Mika simplemente siguió llorando.

"Oh Mika... qué pasa..." Nami meció al bebé en sus brazos mientras intentaba que volviera a dormirse. Al menos funcionó para calmarla, pero el pequeño bebé todavía parecía disgustado.

En el resto del barco, toda la tripulación estaba despierta y cansada. En el baño de hombres, todos los hombres tenían los ojos inyectados en sangre. Usopp fue el primero en hablar. "Este es el quinto día..."

"Sombrero de Paja, ¿por qué tu hija hace tanto ruido?" Franky gimió mientras se inclinaba sobre su cama mirando a Luffy.

Luffy colgó la cabeza de su litera luciendo muerto, "...No lo sé..."

"¡Ella es tu maldita hija!" gritó Zoro enojado. "¡No puedo dormir en ningún lado con ella llorando!"

"Cállate, cabeza de Moss. Estos son los gritos de un ángel". Sanji respondió aunque cansado.