Capítulo 1O.

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Era martes por la mañana y Chan había tenido que salir de emergencia a la ciudad para atender un contratiempo que había surgido en la empresa

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Era martes por la mañana y Chan había tenido que salir de emergencia a la ciudad para atender un contratiempo que había surgido en la empresa. Gracias a su repentino despertar, Felix ya no pudo conciliar el sueño, por lo que se dedicó a cuidar y mimar las flores que con tanto esmero plantaba en los alrededores de la ciudad.

Horas después escuchó llantos en la casa, por lo que sin dudarlo se puso de pie, sacudió la tierra de su overol y quitó los guantes que protegían sus manos. Se dirigió a paso rápido al piso superior, encontrándose con su hijo menor de pie en la cuna y ambas manitos aferradas a los barrotes.

El pequeño Jake sollozaba con un enorme puchero, mejillas sonrosadas y lágrimas pesadas. Sintiendo a su lobo rasgar su pecho, por lo que se apresuró a tomarlo entre sus brazos y liberar su dulce aroma para marcarlo.

—Ya, mi vida... ¿Qué sucede, cachorrito? —murmuró sin dejar de mecerse de un lado al otro—mami está aquí, bebé, no hay nada que temer.

Jake gimoteó un poco más, pero lentamente fue calmándose. Tomó entre su manito un rizo de su mamá y sonrió cuando Felix se quejó al jalarlo.

—¿Así que ya estamos traviesos? —el omega soltó su cabello y sonrió— vayamos a ver si tu hermano despertó y les prepararé el desayuno. ¿Qué quieres comer hoy, bebé?

Vena y patano —murmuró con voz gangosa por el llanto.

—Avena con plátano me parece una increíble elección. Bien hecho, cachorro.

Cuando verificaron que Jaehyun efectivamente continuaba durmiendo se dirigieron a la cocina. Felix depositó al bebé en su sillita especial y dejó sobre la mesita una hoja y varios crayones para que se entretuviera en lo que la comida estaba lista. Solo por si acaso también cocinaría una porción para el cachorro mayor, quien solía despertarse a eso de las 10 de la mañana.

—llamó.

—Dime, Jake.

Tuyo, mami —Jake señaló sobre su mesita y sonrió con dientitos pequeñitos.

Felix tomó entre sus manos la hoja y sonrió con devoción ante las líneas de todos los colores y grosores posibles.

—¡Esto es hermoso! serás un gran artista. Ahora lo pondremos en el rincón del arte, ¿qué dices?

Hace tiempo que Felix y Chan habían implementado con sus hijos el rincón del arte, que no era más que el refrigerador principal. Allí pegaban todos los dibujos, fotos o escritos que los cachorros realizaban ayudándose de diferentes imanes decorativos. Hasta ahora casi todos habían sido de la autoría de Jaehyun, dado que era el mayor y que por consecuente sus habilidades motrices y finas estaban más desarrolladas, pero el orgullo de poner una de las primeras obras del menor recorría de arriba a abajo al omega.

Jake aplaudió desde su lugar mientras saltaba levemente por la emoción, la cual incrementó varios niveles cuando su plato del desayuno se colocó sobre la mesita. Felix había cortado el plátano por la mitad, pero dejó el resto de la cascara para que su hijo pudiera tomarlo con seguridad y alimentarse sin ningún tipo de riesgo.

The family's farm ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora