𝗗𝗔𝗥𝗞𝗘𝗦𝗧 𝗛𝗢𝗨𝗥, Park Chanyoung.

𝟶𝟶1 ─ monsters.

Suspire ignorando el hecho de esos militares acabaran de matar a un hombre con leucemia, por el hecho de que uno de los sintomas de la transformacion era sangrado nasal, igual que dicha enfermedad.

Y seguí caminando como las demas personas, quise detenerme para tomarme un descanso pero mi cuerpo seguia avanzando, ignorando el dolor de mis pies.

 Cada que veia a un hombre con una gorra roja pensaba que podria ser Kija, pero ver su rostro terminaba decepcionada. Las personas comenzaron a correr a la dirrecion opuesta, por lo que escuche disparos aumentar, y mi curiosidad tuvo respuesta cuando un monstruo se dejo ver a unos metros de mi, tenia un parecido a una largatija gigante.

Me di cuenta que ese animal realmente no estaba atacando a nadie, y los unicos responsables eran esos militares que disparaban a la azar logrando matar a varias personas. Una explosion me hizo detenerme lo que hizo darme miedo, sintiendo a las personas correr apresuradas chocando contra mi.

El caos se desperto por la gran falta de humanismo hacia los militares, que atacaban sin considerar el riesgo que hacian para las demas personas.

 Atacaban por que tenian miedo, lo que lograba afectar no solo a esa griatura si no a las personas que estaban cercas.

El choque contra alguien habia logrado que cayera al suelo, estaba en un estado shock por lo que mi cuerpo no respondia, así que alguien tomo mi brazo obligandome a levantarme del suelo arrastrandome con ella.

Hice que esa persona se detuviera para dar mi vista a un militar que sostenia el cuerpo de una ansiana, los ojos de ese chico estaban completamente en negro, lo que logro asustarme a un más, era mi primera vez estando con alguien así, por lo que cerre los ojos cuando el chico llevo su arma hasta su cabeza apretando el gatillo, por lo que termino salpicardome sangre al rostro.

─ ¿Estas demente? ─ tome el arma ignorando a la persona que me habia salvado anteriormente y no me habia dejado en sola, trate de limpiar la sangre que contenia el arma con la sudadera que tenia puesta. ─ Lee Aradae, vuelve ahora mismo.

¿Qué? mire a la persona realmente sorprendida y aliviada por verla, sonrei como si no estuvieramos en peligro ese instante, la sensacion de tranquilidad que senti en mi pecho, logro traerme a la realidad dandome cuenta del grave peligro que estabamos.

─ Eunyoo...─ pronuncie su nombre con un gran alivio de verla, a lo que ella tomo mi brazo cuando un camion se acerco a nosotros, con ayuda de la chica logre subir hasta el, sentadome a su lado, mire con detalle su rostro. ─ ¿Has estado bien?

No pude esperar mas cuando envolví a la chica a un abrazo preocupada, su expresion era una tan vacia, lo que lograba asustarme.

─ ¿Tu quien eres? ─ Me di cuenta que con nosotros nos acompañaban varias personas que no conocia, por lo que force una sonrisa para la señora que habia preguntado quien era.

─ Lee Ara, viene conmigo. ─ explico en breve Eunyoo tomando mi mano libre, por lo que suspire mirando como saliamos de ese lugar, los disparos termianaban disminuyendo mientras mas alejados estabamos.

No tardamos mucho cuando nos detuvimos, por lo que escuche como uno de esos militares golpeaba al otro, me sentí desesperada escuchando los gritos de esas personas maldecir a un perro y despues a ese militar golpeando a su compañero,  cerre los ojos tratando de mantener la calma pero nada de eso sucedia con tanto alboroto.

Solte la mano de Eunyoo tomando el valor de sacar el arma, asustando a un señor de lentes pero lo ignore caminando hasta la ventanilla, por lo que termine apuntando a es hombre despiadado.