I

411 30 3
                                    

Advertencias: uso de medicamentos, alcoholismo, intento de suicidio, pensamientos suicidas, muerte, temas espirituales (con mucha información modificada al propósito del fic).

Nota. Qué decir de esta pareja más que me tienen enamorada. Tienen una química tan hermosa en el campo y fuera que no pude resistirme de escribir esto, aunque de manera apresurada por diferentes circunstancias.

En fin, sin más que decir, disfruten.

*

Una casa vacía y en silencio lo recibió cuando llegó de sus clases.

João suspiró, deteniéndose en la cocina para tomar un vaso de agua. El calor estaba cada vez más intenso y caminar media hora hacia su casa solo lo hizo más insoportable. Aunque prefería mil veces caminar en lugar de tomar el autobús. Pudiera usar el auto de su mamá si tan solo su papá no estuviera tan obstinado a mantenerlo guardado a pesar de que los dos sabían que, por pedido de su mamá, el auto pertenecía a João.

Mejor no pensar en ello.

Su papá era necio, muchísimo más que el mismo João y eso ya era decir mucho. Era bueno, por una parte, que no tuvieran que verse demasiado. Cada vez que pasaban más de una hora juntos las cosas empezaban a ir mal, las peleas empezaban. Él había descubierto por las malas que no se podía cambiar la opinión y la mente de un hombre como su papá, ni aunque lo intentara mil veces.

Su papá también pasaba todo el día en el trabajo para evitar ver a João aunque él dijera que era para tener suficiente dinero para pagar las cuentas. Por la forma en que siempre tartamudeaba un poco cuando João lo confrontaba, ambos sabían que era mentira. No pasaba todo el día y parte de la noche trabajando por dinero, no se emborrachaba los fines de semana con tal de no convivir con João, no comían en sus habitaciones solo porque les gustaba el silencio. A veces era un poco reconfortante pensar que sí, pero era una mentira que rápido se desgastaba.

Abrió las persianas cuando llegó a su habitación. Las nubes estaban adquiriendo un tono naranja en el exterior. João se detuvo frente a la ventana por un momento, admirando la belleza del cielo y preguntándose por qué la vida no podía ser tan sencilla como ver un cielo hermoso después de un día de escuela. Deseaba que fuera así.

Pero no lo era.

Al menos, pensó, acercándose a su cama y dejándose caer en ella, cada vez me queda menos tiempo para los dieciocho.

Se iba a marchar tan pronto como pudiera. No sabía a dónde, pero lo iba a hacer.

Abrazó la almohada, metiendo uno de sus brazos bajo ella. Su muñeca tocó algo plástico, así que lo tomó y lo sacó. Era un frasco de pastillas. El nombre de su mamá estaba escrito en ellas. João las había encontrado un par de semanas atrás mientras revisaba las cosas de su mamá, su pecho oprimiéndole por lo mucho que la extrañaba. Tomarlas y guardarlas había sido un impulso. Su papá estaría muy molesto si llegara a enterarse, pero João no sería quien le dijera.

Había advertencias en el frasco, "no exceda su uso..." João metió el frasco de nuevo debajo de la almohada. Lo había pensado antes. Más de una vez. Cómo sería morir y dejar de vivir la vida miserable que estaba viviendo. Solo que jamás lo había pensado en serio, jamás había pensado en cómo lo haría.

Las pastillas serían una buena solución, pensó. Una sobredosis. Si tenía suerte, moriría rápido y sin dolor. No tendría que ver a su papá de nuevo, no tendría que vivir en un mundo que no tenía sentido sin su mamá.

Cerró los ojos, suspirando lento mientras las lágrimas mojaban sus mejillas. Estaba cansado, en todo el sentido de la palabra. No quería vivir y todavía no entendía por qué no era capaz de ponerle un fin a su dolor, por qué no podía terminar con todo de una buena vez.

almas | joão cancelo x joão félixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora