III

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Trabajar en el perdón no significaba que no se tuvieran altibajos. João no tardó mucho en darse cuenta de ello. Con el fin de sus clases, pasar más tiempo de lo usual en casa le enfermaba. No era pasar tiempo a solas, porque a él le gustaba mucho tener su tiempo de paz y tranquilidad. Era estar en casa.

Trató de distraerse jugando FIFA, pero la verdad no fue muy efectivo. Tenía demasiado tiempo libre. Su papá lo notó pronto en las ocasiones que se vieron, así que le preguntó forzadamente si ya habían terminado las clases, a lo que João respondió que sí.

Te vendría bien, había dicho su padre, conseguir un trabajo.

La idea no era mala, así que João lo intentó con poca efectividad. Nadie quería darle trabajo, en ese momento, a un chico sin experiencia. El asunto lo había estresado de más, así que había decidido volver a casa y tratar de resolver algunos pendientes.

Mayormente, sobrevivían a base de comida enlatada, comida para llevar y frutas, pero João decidió ir al supermercado y llevar más alimentos. Pasar más tiempo en casa significaba comer más. También se las arregló para limpiar todo lo que pudo, incluyendo el garaje (en el que el auto de su madre estaba guardado y también algunas de sus pertenencias que su papá había conservado).

João jamás se había animado a revisar las cosas de su mamá, pero tenía tanto tiempo que decidió revisarlas y limpiar las que habían recogido capas gruesas de polvo después de tantos años. Era un milagro que los roedores no se hubieran amontonado alrededor de ellas también, pensó, mientras sacudía algunos vestidos de colores alegres de su mamá.

Él recordaba haberle visto puestos algunos de ellos durante el verano, la estación favorita de ella. Siempre había sido muy feliz en el verano, bajo el sol.

Probablemente nadie que la viera hubiera pensado que ella sería capaz de tomar su propia vida.

De dejar el mundo que parecía hacerla tan feliz.

Encontró un álbum de fotos en la tercera caja. Las primeras fotos eran de sus papás cuando eran adolescentes, en lo que parecían ser citas. Algunas de las fotos tenían descripciones y fechas atrás sobre el día, comentarios escritos en dos caligrafías diferentes. Una más delicada que la otra, por lo que no fue difícil identificar cuál pertenecía a quién.

Una de las fotos en específico hizo que João estuviera al borde las lágrimas. Era una en la que su papá lo estaba sosteniendo, recién nacido, mientras su mamá yacía en cama con apariencia agotada. Ella siempre le había comentado con cierta diversión que había sido un niño fácil de tener, a pesar de que su apariencia en la foto pudiera mostrar lo contrario.

"Estaba nerviosa desde el primer día, pero lo manejé bien. Sentí que la vida floreció en mis brazos cuando lo sostuve y vi sus ojos hermosos, su delicadeza.

Carlos está nervioso también, pero yo creo que será un gran papá." -C. Félix

"Carla miente, no estoy nervioso. Bueno, tal vez un poco. Creo que los dos seremos maravillosos papás de todos modos.

Aunque yo seré mejor. ;)" -C. Sequeira

Ninguno de sus papás había sabido el futuro entonces. Ninguno de ellos había imaginado lo que iba a pasar años después. Cegados por la felicidad momentánea, el futuro había parecido algo demasiado lejano para pensar. João tampoco creía que hubiera pasado por sus mentes un futuro como el que su papá y él estaban viviendo en el presente. Era extraño pensar en eso.

Ver la felicidad y el amor que las fotos ilustraban era algo casi desconocido para él. Aunque si algo sabía João, era que su papá siempre había amado a su mamá. Ver las fotos de ellos dos cuando estaban en su mejor momento solo había reafirmado ese conocimiento. Era extraño pensar en eso.

almas | joão cancelo x joão félixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora