Ninfomaniaco - Bluey +18

II - Tropiezos

Dos días pasaron y el lunes finalmente llegó, era temprano por la mañana, me encontraba aun en la cama tratando de aprovechar los últimos cinco minutos que me quedaban antes de que el despertador hiciera presencia, poco me duro el gusto pues inmediatamente la alarma me hizo dar un brinco de la cama con ese frustrante chirrido, al mismo tiempo Chilli quien estaba a mi lado despertó sin mayor problema.

-Buenos días. -Exclamó Chilli, estirando sus brazos.

- ¿Dormiste bien? -Pregunté.

-No realmente, ¿Y tú? -Contestó.

-Ni un poco, no sé por qué. -Le respondí.

-No es para tanto, ahora hay que levantarse. -Contestó de forma indiferente.

Salió de la cama de un brinco y tan pronto toco el suelo caminó hasta la puerta del baño de nuestra habitación, se acercó a uno de los muebles y tomó una toalla, entro al baño y pronto escuché el ruido de la ducha. No puedo culparla por tener esa actitud tan indiferente, estamos viejos, cansados, y la rutina mato la pasión que existía entre nosotros, cosa que desearía no hubiera pasado.

Lo cierto es que llevamos tiempo sin tener sexo, lo más cercano que tuvimos fue aquel momento en el hospital y ni siquiera pudimos concluirlo, regularmente tenemos la cabeza ocupada en otras cosas, el trabajo de Chilli es exigente y muy estresante, las niñas nos exigen demasiado tiempo, deudas que pagar y mi trabajo, aunque es eventual me mantiene lejos de casa por un largo tiempo y todo eso, a la larga, termina por dejarte acabado, y ahora con el pequeño problema con el que me enfrento todo pinta para ser un desastre.

Algunas veces tenemos nuestras diferencias, no son tan comunes como se podría creer al principio, claro, siempre fuera de la vista de las niñas, pero continuamente es una discusión o un mal entendido, una actitud pasivo-agresiva o simplemente indiferencia por el otro, quizá no sea la gran cosa, las circunstancias nos hacen actuar así sin intención de hacerlo, sin embargo todas las noches mi cabeza no puede dejar de imaginar en el momento en el que simplemente estemos hartos el uno del otro y todo terminé.

La mañana continúo sin más, di un gran bostezó y talle un poco mis ojos para después levantarme sin ganas, baje hasta la cocina para preparar el desayuno mientras Chilli terminaba de ducharse. Un par de huevos revueltos con algo de tocino y un licuado de plátano con avena era lo ideal, no me tomo más de diez minutos prepararlo y justo a tiempo pues Chilli aun con el pelaje húmedo y con una toalla en el cuello bajo por escalera, se acercó al comedor donde estaba ya todo listo, para acto seguido desayunar juntos.

- ¿Ya tienes todo listo para tus estudios? -Chilli preguntó.

-Creo que sí pero me aseguraré cuando regrese, de paso despertaré a las niñas y veré si Wendy puede cuidarlas un rato. -Contesté.

-Bien, solo no olvides que tienes que llevar a Bingo a la escuela por la tarde, parece que tendrá una junta de padres o algo así. -Dijo.

-Bueno, eso es extraño. -Respondí. -Hace tiempo que no hacen ese tipo de juntas. ¿Tengo que ir? -Bromeé, tratando de aligerar el ambiente.

-Solo hazlo. -Dijo, seguido de una típica mirada agresiva.

-Entendido. -Le respondí.

El desayuno continúo sin otra charla que lo interrumpiera, envuelto en un largo silencio parecía que ninguno de los dos tenía algo que decir, de vez en cuando cruzamos miradas e inmediatamente cambiamos de dirección, se sentía casi como si fuéramos completos desconocidos y ciertamente no sería la primera vez que pasaba pero de todas maneras seguía siendo extraño, quiero decir; dormimos en la misma cama; llevamos casados un largo tiempo; tenemos dos hijas; prácticamente nos conocemos de toda la vida, y aun así ninguno de los dos podía evitar sentirse de esa manera en ciertas ocasiones; aquel silencio incómodo perduro por el resto del desayuno.