05

818 56 10
                                    

después de que el teñido hubiera repartido a cada uno en sus respectivas casas, siendo la última jazmín, ella pudo volver a la tranquilidad de su preciada soledad. porque sí, como siempre, se encontraba sóla en su hogar.

los padres de la chica nunca estaban, pasaban metidos en el bufete de abogados, escríbanos y contadores del cual luciano victorini era el fundador, justamente de ahí venía tal riqueza de la familia. por el lado del progenitor, llevaba el título de ser un prestigioso abogado que llevó hasta la cima a varias casas de espectro financiero. después estaba la mujer que la dió a luz, su madre. andreina, que luego de contraer matrimonio quiso cambiarse el apellido al de su esposo, pero después de varios choques con tal decisión, optó por llevar en alto el "ferráz" y destacar por mérito propio junto a sus colegas mujeres en la firma. ina, (como todos la llaman) es al igual que su compañero de vida, una reconocida defensora de la ley. como un plus, estudió escribanía y logró recibirse exitosamente las dos veces.

jazmín tenía tanto por decirles pero era tan poco el tiempo que le dedicaban, aunque eso no significaba nada, ya que el amor por los suyos seguía intacto.

la pelinegra cruzó su sala observando como todo estaba en su lugar, exactamente como la gente del servicio dejaba antes de irse. subió con una paja las escaleras tratando de llegar a su pieza y así poder elegir ya su ropa para la noche. no estaba emocionada sinó más bien un poco cansada, todo el movimiento que conllevó ir a la cancha por primera vez le quitó mucha energía.

cuando por fín concluyó el camino eterno que era el estár hasta su habitación, pudo dejar vagamente su carterita colgada y se dirigió al vestidor. empezó a revolver tratando de encontrar un conjunto que tenía en mente hace días. sacó, tiró y desarmó, al final costó pero se logró. colgado en una perchita con su determinado forro, se hallaban esas mini prendas que planeaba estrenar. jaz abrió el sobre de la ropa y dejó que tomaran aire apoyándolas en su cama, mientras aprovechó a continuar con su rutina de baño. era algo sagrado, un ritual para las lindas pensaría cualquiera con dos dedos de frente. tuvo su bañito de media hora para salir renovada.

el sonido de una notificación cayendo en su celular la distrajo del último paso del skincare, lo revisó curiosa y se encontró con un dm del pesadito. rodó los ojos y se dispuso a contestarle, no sabía porque lo hacía pero de una manera ese vaguito le llenaba un poco más el ego.

 rodó los ojos y se dispuso a contestarle, no sabía porque lo hacía pero de una manera ese vaguito le llenaba un poco más el ego

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
jugador ⸺enzo fernández, au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora