Harry x Susan [One-shots]

Pago de una deuda

[Contenido +18]

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Cedric Diggory era en general un tipo feliz. Había crecido en un hogar amoroso y había sido bendecido con riqueza, un buen nombre, apariencia y talentos tanto mágicos como atléticos. Era popular como resultado de todo esto y no era típicamente alguien melancólico. Sin embargo, mientras cenaba aquella noche de finales de noviembre, lo que estaba haciendo era exactamente cavilar. Empujando el rosbif alrededor de su plato, descubrió que le había abandonado el apetito.

"¿Qué pasa, oso Ceddy?" Cho le susurró al oído.

Cedric miró a su hermosa novia y le dedicó una sonrisa cansada que no llegó a sus ojos.

"No mucho, Cho", dijo. respondió. "Sólo estoy pensando en el dragón".

"¿El rosbif te hace pensar en ello?" —Preguntó Cho.

"Mi abuela insiste y seguirá insistiendo hasta el día de su muerte en que la única forma de comer rosbif es si se cocina hasta que quede como cuero de zapato", dice. Cedric explicó, "y ahora mismo, lo único que puedo pensar al ver esta carne mucho menos asfixiante es que habría estado tan bien hecho si no hubiera estado preparado para enfrentarme a ese monstruo gigante".

"Pero estabas preparado", dijo. Cho dijo: "Y lo hiciste increíble". Estás muy cerca en segundo lugar”.

Su lugar en la clasificación no le preocupaba. Se había desempeñado bien en la tarea, hizo lo mejor que pudo y tuvo éxito sin sufrir una lesión grave. Krum y Potter estaban empatados delante de él, por supuesto, pero no había estado lo suficientemente enojado como para tratar de enfrentarse a la cabeza del dragón o volar más rápido que la maldita cosa como lo habían hecho sus oponentes más locos. Su mayor valentía les había dado la victoria, y él no se lo reprochaba. Por el contrario, mientras miraba a su oponente más joven, se dio cuenta de que lo que le molestaba era la culpa.

"Sólo sabía para qué prepararme porque Potter se encargó de advertirme", dijo. Cedric susurró, "y esto fue después de que toda mi casa lo tratara como a un maldito paria este año".

"¿Cómo se enteró?" —Preguntó Cho.

"Sabes, no pregunté", dijo. Dijo Cedric. "Sin embargo, Charlie Weasley trabaja con dragones, así que supongo que esa es la conexión". Independientemente de cómo se enteró, hizo todo lo posible para localizarme y hacérmelo saber, sin pedir nada a cambio. Él es la razón por la que no terminé carbonizado. Se lo debo.

"Tal vez podrías ayudarlo a resolver el enigma del huevo", dijo. Cho sugirió amablemente.

"Eso requeriría que yo descubriera esa maldita cosa primero", dijo. Cedric resopló, "pero es una idea".

"No eres el único que le debe el hecho de haberte ayudado", dijo. Dijo Cho, sus ojos brillaban mientras lo miraba.

No necesitó preguntarle a qué se refería y tomó su mano entre las suyas y la frotó suavemente con el pulgar. Ella apoyó la cabeza en su hombro y él la rodeó con un brazo para consolarla. Su novia le había dado una idea y él sólo necesitaba encontrar una manera de usarla.

Lamentablemente, Cho tenía que estudiar astronomía después de la cena, por lo que Cedric se encontró solo en la biblioteca mientras intentaba descubrir el secreto de ese horrible huevo chirriante. El sonido le resultaba inquietantemente familiar, no como algo que hubiera oído antes sino como algo sobre lo que había leído. Sin embargo, ni por su vida podía recordar en qué le hacía pensar y no estaba del todo seguro de por dónde empezar a buscar.

En ese momento había estado en la biblioteca durante horas, mirando varios libros con la esperanza de que algo le indicara la dirección correcta, y todo lo que había logrado era provocarse un dolor de cabeza. Cerrando los ojos y frotándose las sienes, decidió dar por terminada la noche y apiló sus libros. En el momento en que colocó con cuidado la pila en el mostrador designado, los vio desaparecer, sabiendo que acababan de regresar a sus lugares apropiados en los estantes. Cuando se giró para irse, vio a Potter y sus amigos. Su compañero campeón y el chico Weasley parecían verdes y salieron de la biblioteca con aspecto apático.