I.

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Todo daba vuelta y su sonrisa estaba en todos lados, no podía moverme pero tampoco quería hacerlo, su cuerpo sobre el mío me hacía sentir seguro, a salvo y totalmente lleno

¿Me habré enamorado? ¿Con una sola mirada? Vaya..

- ¡Harry, despierta. Su boca se movía pero su voz era más femenina de lo normal, algo andaba mal, corrió el flequillo que tapaba su mirada para luego abrazarme por el cuello aun podía sentir como su aliento golpeaba mi boca.

-Tu padre te llama. Su cintura se movía de manera lenta sobre mi, quería hacerlo, quería besarle y follarlo, quería perder mi castidad con él porque sabía que él era el indicado no me importaba que fuera hombre, no me importaba que tuviera que mentir toda mi vida, no me importaba perder la corona por amor, por amor ¿Por amor? ¿Lo amaba? Su trasero se movía en círculos y su aliento me quemaba la boca.

-¿Tienes una erección? Harry Styles, despierta ahora o tu padre vendrá a despertarte. No entendía que pasaba la voz de el no era tan delgada y chillona, recuerdo que era más aguda que la mía pero no como la de una mujer si no como la de un pequeño niño que jugaba a esconderse en el bosque, una lluvia intensa cayó sobre mi y me levanté de golpe sentándome en la cama, Clara, mi sirvienta estaba con una garra de agua mirándome con una expresión de enojo, cruzó sus brazos para luego darme una bofetada. -Tu padre te necesita, ahora jovencito.

Lo siento, estaba teniendo un sueño algo extraño. Dije de manera lenta con mi voz grave de recién despertado, estaba algo cansado a pesar de haber dormido demasiado, su mirada de disgusto me hizo estremecer, Clara había sido como mi madre por lo que por muy sirvienta que fuera tenía la confianza de decirme las cosas cuando quisiera, tapé mi entre pierna con las sabanas de seda fina y sonreí un poco. -No quiero saber que clase de sueño tuviste pero vístete rápido y ve a la habitación de tu padre. Salió del cuarto y en menos de 5 minutos ya estaba totalmente vestido, amarré mi cabello en una cola de caballo para comenzar a caminar hasta el cuarto de mi padre pasando por los largos pasillo viendo como la gente dejaba de hacer todo sus deberes para dar un cordial saludo hacia mi persona.

Harry. Dijo con una voz grave y lenta igual que la mía, estaba de pie junto a la ventana mirando perdido algo que no lograba divisar por lo que acerque mi cuerpo de manera lenta hacia él para poder hablar de mejor manera, sus ojos eran los mismos que tenía el día que mi madre murió y lo sabía porque jamás pude volver a olvidar esa mirada perdida, tomé la mano de mi padre para respirar de forma profunda esperando lo peor. -Mi querido Harry, lo peor a atacó nuestro reino una vez más y no tienes idea de lo mal que me siento al tener que decirte, tome asiento joven hijo mío. Mi padre tomo una vieja silla de madera pero totalmente cuidada y la puso delante de mi comenzando a caminar por la habitación, tomé asiento respirando hondo y esperé a escuchar lo que quería decir, se veía devastado. -Ayer en la fiesta de máscaras a ocurrido un crimen, no sé en que momento pasó pero las cosas se salieron de control, luego de que la fiesta terminara todos comenzaron a irse a sus casas como era normal pero la hija de Sastre, Luna, no regresó. Mi corazón comenzó a latir de forma rápida ya que recordaba a la joven rubia hija de dicho hombre, era muy simpática y recuerdo que me ayudó con las medidas de el traje que usé el día del funeral de mi madre, me puse de pie de forma apresurada y negué un par de veces mirando los ojos profundos de mi padre. -Fue asesinada, la encontraron bajo el puente de Karma desnuda, sin dedos, sin cabello y totalmente lastimada, su estómago estaba abierto y dentro habían rocas, suponemos que fue para que se hundiera en el río pero el río la empujó a la orilla. Asentí totalmente mareado y relajé mis músculos para volver a la normalidad no podía creerlo a decir verdad me sentía totalmente golpeado por la noticia así que una vez estuve en mis cabales apreté la mano de mi padre. -Iré a dar el pésame, padre, gracias por la noticia.

Corrí a mi cuarto de forma apresurada sin romper la compostura y quité mi ropa de forma apresurada, miré por la ventana viendo como el sol comenzaba a salir. -¡Clara, Clara! Grité esperando a que la vieja mujer apareciera mientras acariciaba mi cuerpo recordando las palabras de mi padre, suspiré viendo como ella entraba al cuarto y estando solo en paños menores sonreí. -Necesito que me prepares la ducha, saldré temprano. Me tiré en la cama esperando a que la tina estuviera lista y recordé mi ultima charla con ella, era una joven muy simpática además de humilde, era preciosa y su sonrisa era encantadora, no podía creer que estuviera. -La tina está lista, Harry ¿Quieres que le diga a alguien que saldrás? Sabes que no puedes salir solo. Me senté en la cama soltando mi cabello y asentí mirando los verdes ojos de la mujer. - Dile a Niall que necesito que me acompañe, ve. Me puse de pie mirando la tina y quité mi ropa interior quedando totalmente desnudo, me senté con cuidado en el agua tibia y con un jabón comencé a limpiar mi cuerpo sintiendo como mi joven amigo entraba al cuarto. -Eh guapo ¿Donde vamos? Dijo sentando su cuerpo en mi cama mientras yo tallaba mis tobillos. -Donde el sastre, Don Victor, su hija a sido asesinada. La cara del rubio palideció en cuanto le dije la noticia, Niall era un joven algo torpe y totalmente sensible respecto a la mayoría de los temas pero como mi mejor amigo siempre se enteraba de las cosas más fuertes que pasaban en el reino debido a que yo era quien debía tratarlas. -¿Luna? ¿La joven Luna? Asentí en cuanto el termino de hablar, mi cuerpo estaba enjabonado en su totalidad por lo que me sumergí en la tina quitando todo para luego ponerme de pie. -La toalla, por favor. Dije de pie sintiendo como el agua caía por mi cuerpo, la mirada de Niall fue directo hacia mi pero apartó la mirada de inmediato una vez escuchó mi orden, tome la toalla que me alzaba el moreno y me seque mi cuerpo saliendo de la tina, Niall como era de costumbre me ayudó a vestirme y una vez listos salimos de mi gran castillo.

Caminamos de forma rápida por las calles del pueblo en dirección al sastre junto a Niall y podía ver como todo el mundo sentía la muerte de la joven Luna, las mujeres caminaban todas juntas y las madres no soltaban a sus hijas, el ambiente era devastador no podía creerlo la verdad ya que usualmente luego de la fiesta de mascaras todo era alegría y risas, las calles pintadas de muchos colores hacían que todo fuera mejor pero no era el caso el día de hoy. -Todos sienten la muerte de Luna, eh. Dijo Niall, le miré a los ojos asintiendo sin decir nada y suspiré pateando una roca sin bajar la mirada. -¿Te parece si vamos a comprar algo antes de ir al sastre? No haz comida nada y yo tampoco, la panadería está cerca. Asentí sin hablar una vez más y doblamos una de las esquinas en camino a la panadería, mi cabeza era un tornado de ideas horrible y no podía pensar en otra cosa que no fuera la pequeña Luna, entramos a la panadería y saludé al Viejo panadero que había llegado hace poco al pueblo por lo que no le conocía, podía oler como el pan recién salía fresco por lo que sentí mi estómago gruñir. -Buenos días, Señor, queremos dos pequeños panes y dulces, para llevar. El viejo asintió luego de escuchar mis palabras y miré por la ventana notando como el cielo se comenzaba a abochornar. - ¿Lluvia? Dijo mi amigo. -Lluvia. Dije luego, miré al viejo panadero notando como hablaba con un joven chico de estatura mediana al parecer tenía mi edad y debió de ser su hijo ya que lo estaba regañando, puse un poco de atención intentando escuchar. -Louis, te he dicho mil veces que no dejes el pan demasiado tiempo, si se quema no se vende y si no se vende no tenemos dinero ¡Deja de estropearlo todo! Una bofetada resonó en la mejilla de el joven muchacho, el silencio se hizo presente en el lugar y apreté mis puños sin decir nada, el viejo se fue hacia la cocina regañando entre dientes y el joven que nos daba la espalda guardó en una bolsa de tela lo que pedimos para luego ponerlo sobre la mesa sin mirarme, debió haber estado llorando. -Eh, disculpe joven ¿Cuanto le debo? Un suspiró salió de sus labios y su voz me trajo el recuerdo más claro y perfecto de lo que había sido el día de ayer en la fiesta de mascaras. -Dos monedas de oro, señor. Mi corazón iba a mil por minuto, era él. -Louis. Me miró directo a los ojos dando vuelta su cuerpo, sus ojos brillaban por las lagrimas y podía ver la mano de su padre marcada en su mejilla, de pronto recordé todo.

*Nota*

Niall en este fic tiene el pelo café por lo que es moreno, si no entienden algo o algo es muy enredado por favor diganlo para arreglarlo, y si les gusta el fic comenten para saber que tengo que seguir escribiendo sin más ¡Gracias!

El descubrimiento [Larry +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora