·.· ★ CAPÍTULO 16 ★ ·.·

675 57 23
                                    


El canto de las aves y el calor húmedo de la selva me hicieron despertar por la mañana, al abrir los ojos me di cuenta de mi realidad y recordé que estaba perdida en medio de la selva con Misho como mi acompañante, entonces volteé a mi lado y el ya no estaba ahí.
Me senté en la cama y me puse unas sandalias para poder salir a buscarlo,pero el no estaba a los alrededores de la cabaña.
Mientras estaba buscándolo la amable señora que nos había acogido me vio a lo lejos y me grito.

- ¿Buscas al muchacho? - me pregunto

- Si - le respondí

- Salió temprano esta mañana a la selva a ayudarle a mi marido en unos trabajos, pero tú vente a desayunar- me grito

Sin mas que decir o hacer me dirigí a donde estaba ella y luego nos fuimos a su comedor a desayunar.

- ¿Y lo quieres mucho? - me preguntó luego de servirme un plato de comida que se veía muy apetitoso.

- Lo suficiente - dije

Ella me miro extrañamente así que tuve que hablar más

- Es un chico muy bueno, aunque la mayoría del tiempo nos la pasamos peleando, hay algo en el que en el fondo me agrada y mucho, es como si fuéramos polos opuestos que están obligados a atraerse - expliqué

La mujer pareció estar satisfecha con mi respuesta.

Luego de un rato Mihail y el hombre regresaron y en sus manos traían algunas herramientas, Mihail parecía bastante cansado, así que me acerqué a él

- Luces muy mal - le dije bromeando

- Que te digo, he descubierto que mi fantasía de ser Tarzan ya no está en pie, el trabajo en la selva es un tanto duro - me respondió en un tono de voz más bajo para que solo yo escuchara

- Yo que estaba a punto de proponerte que nos quedáramos a vivir aquí - le dije y el soltó una risa.

Estiro la mano que se encontraba escondida detrás de su espalda y me mostró una hermosa flor selvática

- Te he traído esto, quizá y es venenosa,  pero pensé que te gustaría - me dijo

No pude evitar sonreír.

- Gracias, está muy linda - le dije y le di un abrazo, porque los señores nos estaban viendo y teníamos que seguir fingiendo, estaba segura de que por ese mismo motivo Misho me había traído la flor.

El resto del día Misho y yo nos la pasamos ayudando en cosas que se necesitaban y hartándonos de la rica comida que nos ofrecían, al llegar la noche y luego de cenar Misho y yo decidimos sentarnos un rato afuera de la cabaña mientras escuchábamos el incesante ruido de los grillos y el canto de las ranas, a lo lejos tan solo se podía apreciar el fuego de las antorchas que alumbraban la propiedad de esos amables señores que los habían acogido.

- ¿Puedo preguntarte algo? - dijo Misho luego de un rato en silencio

- Claro - respondí

- ¿Qué es lo que te inspira en la vida, qué es lo que más deseas? - preguntó mientras volteaba a verme interesado

Luego de pensarlo unos momentos supe muy bien que responder

- Deseo vivir una vida sin arrepentimientos - dije sin más

- Pero eso es prácticamente imposible, siempre habrás de estar arrepintiéndote de alguna mala acción que cometas- me dijo

𝐌𝐲 𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝟐 // 𝐌𝐢𝐬𝐡𝐨 𝐀𝐦𝐨𝐥𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora