CUENTOS 95% REALES

El canto del sobreviviente

En una pequeña granja, el joven Miguel se encontraba enfrentando tiempos difíciles. La escasez de alimentos lo obligó a tomar duras decisiones para garantizar la supervivencia de su familia. Observando a sus cinco gallos: Rojo, Amarillo, Azul, Verde y Blanco, Miguel decidió implementar una estrategia única.

Cada semana, Miguel seleccionaba a uno de los gallos para ser sacrificado y convertido en una abundante comida. Rojo, Amarillo, Azul, y Verde pasaron por este destino inevitable, dejando solo a Blanco en la granja. Miguel notó que, a medida que avanzaban las semanas, Blanco se volvía más grande y robusto.

Finalmente, después de varias semanas de sacrificios y cenas familiares, solo quedaba Blanco, el último gallo en pie. Miguel, aunque afectado por las decisiones difíciles, había logrado criar al gallo más grande y gordo.

Tras el sacrificio de los demás gallos, el granjero Miguel decidió otorgar un destino especial al gallo Blanco. Reconociendo su tamaño impresionante y su resistencia, Miguel permitió que Blanco compartiera el corral con varias gallinas. La decisión fue estratégica: quería criar una generación de aves fuertes y robustas.

Blanco se convirtió en el rey del corral, y con el tiempo, el corral se llenó de pequeñas crías que heredaron las características físicas de su impresionante padre. Miguel observaba con satisfacción cómo las nuevas generaciones crecían, prometiendo fuerza y salud para el futuro de la granja.

La decisión de Miguel no solo garantizó la supervivencia inmediata de su familia, sino que también aseguró un futuro próspero para la granja. El corral resonó con la vitalidad de las numerosas crías, cada una heredando la fortaleza y el tamaño de Blanco. La granja, una vez más, se llenó de vida y prometía días mejores gracias a la sabia elección del granjero.

Recordando que blanco proporcionó suficiente comida para la familia de Miguel durante un tiempo prolongado. Se esperaban mejores tiempos.

Aunque la granja había pasado por momentos difíciles, Miguel aprendió a adaptarse y tomar decisiones estratégicas para enfrentar los desafíos. La historia de la granja de Miguel se convirtió en un recordatorio de la necesidad de tomar medidas audaces en tiempos de escasez y de la capacidad de adaptarse para sobrevivir.