Era un viernes por la noche en el puerto de San Francisco, el ambiente era húmedo posiblemente se debiera a que había llovido la noche anterior.
Francis llegó en su Ford Fiesta rojo a aquel puerto ya que ahí fue donde la persona que se hacía llamar Fénix lo había citado para darle su pedido.
"Tch, me dijo que fuera puntual y ya han pasado más de 30 minutos desde la hora acordada" pensó Francis.
Aun así, su espera se prolongaría otros 30 minutos hasta que llegó Fénix.
Fénix se presentó con elegancia en un vestido negro entallado, destacando su silueta. Lleva unos tacones altos que resaltan su confianza al caminar. Su cabello castaño está recogido en un elegante moño, y unos aros plateados brillan sutilmente en sus orejas. Una capa larga y negra envuelve sus hombros, otorgándole un aire misterioso mientras se desplaza con destreza por la noche.-Me dijiste que fuera puntual y la que llega jodidamente tarde eres tú, quien te crees que eres para dejarme esperando tanto tiempo- grito Francis enojado
-Relájate, después de todo a quien le interesa esto es a ti-
Su voz es suave y cautivadora, con un tono profundo que transmite seguridad y misterio. Habla con determinación, cada palabra medida y precisa, con un ligero acento que añade un toque intrigante a su presencia. Su voz tiene una cualidad envolvente, capaz de capturar la atención de cualquiera que la escuche.
Fénix abrió el maletero de su Mercedes-benz clase e
-aquí esta lo que me pediste-Francis se acercó al maletero, en el vio un maletín abierto que contenía cuatro tubos de ensayo con un líquido rojo intenso que brillaba elegantemente a la luz de la luna
-bien, ahora con tu permiso me lo llevare- dijo mientras se inclinaba para recoger el maletín-Donde esta mi dinero- le dijo Fénix al tiempo que le arrebataba el maletín de las manos a Francis
-Cierto, no me tardo lindura- dijo mientras iba a su auto y regresaba con un maletín, Fénix se acercó a él con el maletín de la sustancia en la mano
-bien, aquí esta, 2 millones en efectivo- después de intercambiar maletines, Fénix abrió el suyo para corroborar que el dinero estuviera completo, luego de ello se dirigía hacia su auto cuando escucho como un arma se martillaba a sus espaldas y enseguida sintió el frío del arma en su cuello.
-Lo siento cariño, pero si no quieres que una bala te perfore ese hermoso cuello será mejor que me devuelvas el maletín-
Ante esto Fénix no se inmutó y en un abrir y cerrar de ojos se dio media vuelta quitándose la pistola del cuello justo antes de que Francis disparará. Fénix lo pateo en la rodilla haciendo que cayera al suelo, fue entonces que lo inmovilizo con un simple movimiento.
-déjate de estupideces, ahora te vas a ir sin causarme más problemas a menos que quieras que te quiebre el cuello-
Francis asintió asustado así que Fénix lo soltó y este sin titubear corrió a su auto y se fue.Luego de esto, Fénix se dispuso a dar una vuelta por el puerto después de guardar el dinero en su auto.
Era una noche pacífica y silenciosa, únicamente perturbada por el sonido del mar, Fénix se recargo sobre la valla de protección del puerto cuando recibió una notificación en su teléfono.
-John, en que te has metido ahora-. Dijo luego de ver la notificación.
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La séptima sinfonía
Actionsigue la historia de John Walker, el mejor agente de la agencia secreta Spectral, en su misión para salvar al mundo de una peligrosa sustancia que en las manos equivocada tiene el potencial de acabar con la sociedad humana tal y como la conocemos