ʟᴇ ʜᴏᴍᴍᴇ ᴍᴏʀᴛ » La psique es algo tan delicado...una vida llena de maltratos tiene consecuencias. Pero nadie mucho menos los portadores de los Miraculous pudieron haber previsto aquello.
"¿Quien te crees que eres para darme ordenes?"
"Soy Chat Noir...
Disclaimer: Miraculous Tales of Ladybug & Chat Noir. Son propiedad de: Zagtoon, Method Animation, Toei Animation, SAMG Animation, AB Droits Audiovisuels y SK Broadband.
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Habían pasado cuatro años desde el incidente de Homme Mort, una Marinette de veintiún años recién cumplidos estaba con la cara cubierta de harina mientras mordía un poco su lengua mientras le daba los preparativos finales al pastel de cumpleaños de Adrien. Era una enorme tarta de crema pastelera y fresas, su delicadeza en la repostería ciertamente era digna de un genio. Su cabello hasta más largo a solo cinco centímetros de la cintura. Debajo de su delantal rosa de cocina solo tenía una camisa blanca de tirantes y unos jeans azul cielo, al estar usando la cocina de la panadería de sus padres (su lugar favorito para hornear) le gustaba andar en medias. Aun no eran ni las cinco de la mañana y la peli-azul estaba encantada con su trabajo. Apenas escucho pasos bajar por las escaleras supo que el delicioso olor del pastel había despertado a sus padres.
― ¿Horneando tan temprano cariño? ― la señora Sabine estaba con un precioso kimono floras diseñado por su hija para dormir, pero era tan hermoso que podía usarlo en las mañanas. Después de todo, Marinette era ahora la diseñadora y sombrera número uno de la ciudad de las luces.
―Se levantó a las doce en punto con el grito de guerra de: ¡ES EL CUMPLEAÑOS DE ADRIEN! ― la voz de Tikki salió desde el mostrador donde estaba devorando unas galletas con chispas de colores. Marinette la vio inflando las mejillas y luego escucho la risa cómplice de su madre.
― ¡Tikki! ― La peli-azul la reto, ciertamente ya no había villanos que combatir pero el Maestro Fu había decidido que los Kwamis se quedarían con sus portadores hasta que ellos quisieran, gracias a la técnica del Hope Miraculous. Mientras la actual Ladybug estuviera viva, una barrera de energía pura haría desaparecer las energías negativas en el mundo. Así que no había necesidad de que los portadores del Anillo de la Destrucción y los Pendientes de la Creación fueran delegados a nuevos héroes.
― ¿Y vas a invitar a toda Francia a la fiesta Marinette? ― sonrió con ternura la señora Sabine, había otras cinco tortas recién hechas, todas de un sabor, forma y dulces distintos, la más joven se sonrojo.
― ¡Es que no se cual le guste más! ― se defendió la franco-chinesca tomándose de la nuca.
Llevaba cuatro años de relación con Adrien, habían sido los mejores cuatro años de su vida. Eran realmente felices juntos. La Mansión Agreste había sido demolida y como único heredero de Gabriel Agreste, Adrien consiguió muchísimo patrimonio el cual termino vendiendo para comprarse una cómoda casa a las afueras de parís donde residía muy feliz con Plagg, todo lo demás había ido a parar a donaciones y a distintas obras de beneficencia. El rubio no quería tener nada que ver con el mundo de la moda. De hecho estaba estudiando medicina, quería ser pediatra. Ese día era su cumpleaños obviamente como siempre toda la ciudad estaba enterada y casi era una fiesta patronal igual que con el cumpleaños de Marinette. Pero ellos siempre preferían hacer una reunión privada donde solo seres amados estuvieran presentes.
