Salve Athenea la de ojos de lechuza. Diosa de la artes, la ciencia y la sabiduría.Nikola Tesla regresó a la vida después de un año. El Ragnarok terminó con la victoria de los humanos y deseos absurdos fueron concedidos. Absurdos porque un einherjar que da la vida, no la necesita de regreso.
Pero ahí estaba él y todos los demás, retomando su vida ahora con nuevos conocidos que se convirtieron en aliados. Resultó que una batalla a muerte entre personas a fines, fue la oportunidad para forjar amistades y hasta sentimientos más profundos que poco a poco echaban raíces. Tesla se vio sorprendido por su inusual interés en un hombre, no… no era un hombre.
Era un dios.Quizá, esa era la razón de que lo imposible se viera realizado. Un dios sí podía sacarlo de ese letargo en el que su corazón vivía, podía cautivarlo, hacerlo pensar en dejar la soledad de lado. Desgraciadamente, su interés romántico era unilateral, Beelzebub que terminó abriendo su corazón a Tesla, le confesó sobre sus tormentos; dejando claro que no podría amar o ser amado, mientras Satanás y él, fuesen un mismo ser.
Ambos estaban confinados a estar juntos por la eternidad.Desde ese día, de forma desinteresada, el hijo de la luz pasó sus días investigando sobre ambos demonios, buscaba solución al problema. Se convenció de que Beelzebub no lo amaba, pero no podría dejarlo en ese estado. El demonio merecía sanar, alcanzar esa paz mental que desde siempre le fue negada.
Su viaje inicio recorriendo las bibliotecas del Valhalla y luego, con el permiso del panteón griego, acudió a las amplias bibliotecas del Olimpo. En un viaje que parecía interminable, terminó descubriendo la falla en sus planes: no podía abarcar tanta información en un tiempo corto, requería que todo ese conocimiento estuviese almacenado en un mismo punto.
Se debía crear una enorme base de datos a la que él pudiera recurrir, realizando búsquedas complejas y específicas sin tener que ir de una biblioteca a otra.
Fue así como se le ocurrió crear un lente capaz de hacer “sinapsis” entre su mente y esa base de datos del conocimiento.
La idea y prototipo eran sencillos, crear el lente también. Lo difícil sería encontrar ese punto en el que todo el conocimiento converge y lograr que se le diera libre acceso.Por amor se hacen sacrificios, lo supo cuando al fin logró contactar con la mujer que le daría respuestas. El búho en su jardín, era el aviso de que sus mensajes fueron escuchados.
Tesla sintió que el tiempo dejo de fluir con normalidad, las rosas que Beelzebub y él sembraron, fueron opacadas por una luz cegadora. A paso lento y elegante, Nikola rodeó la fuente redonda que adornaba el centro de un jardín de ensueño, del otro lado la hermosa Athenea, lo observaba interesada. Una sonrisa en sus labios rosas, una invitación a iniciar la conversación para la que fue citada.
El einherjar, saludo cortésmente, sin acercarse demasiado, seguía siendo prudente, recatado. Un caballero en toda regla, el hombre de las respuestas correctas y del andar impecable.
—Diosa del conocimiento, sabes mis intenciones, no hay algo que pueda ofrecer a cambio de…
Athenea lo interrumpió. Su mano de piel nívea acunó la mejilla del científico como si analizara sus facciones, su atractivo masculino y sus virtudes que sobresalían sin que las mencionara.
—Lo tienes, el precio a pagar no importa si logras tu objetivo ¿Cierto?— al ver la determinación en la mirada del hombre, le besó en la frente y el conocimiento de Tesla fue suyo, los planos del lente se compartieron, se convirtieron en un plan en conjunto.
La calidez de los labios de Athena, fue como los rayos del sol que calientan la piel después de un amanecer frío. Tesla sabía que no era correcto, que su mente albergaba ideales más puros, aún así permitió el intercambio sin replicar siquiera.
El lente, que inicialmente sería un extravagante aparato, se convirtió en una delgada lentilla que se superpuso sobre la retina de Tesla.Era imposible sacarla de su ojo derecho y entre más conocimiento obtenía, menos deseos tenía de sacarlo.
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Theoû nóēsis
FanfictionHay en sus ojos, un fragmento del espejo de Athenea. Desde ahora todo lo hermoso se verá horrible y despreciara aquello a lo que tanto amaba.