Cuando Harry no puede dejar de vomitar, Louis no duda en arrastrarlo al hospital. Y realmente, nadie los preparó para el diagnóstico.
Un hombre embarazado, una pareja que está decidida a aprender sobre la marcha, una suegra que odia a su yerno, una...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🌼
-Entonces, si la Teoría Realista habla de...- Louis se interrumpió a la mitad de la frase cuando escuchó cómo su novio cerraba la puerta del baño de un portazo.- Perdonen, denme un minuto.- Y desconectó la cámara, parándose preocupado.
Harry había estado sintiéndose mal los últimos días, algo que los tenía a los dos nerviosos porque no querían ir al hospital con todo el desastre sanitario que había. Pero parecía que no había de otra, claramente había algo que estaba mal, estar vomitando todo el tiempo no era ni un poco normal.
Golpeó la puerta antes de entrar, e hizo una mueca de tristeza al verlo con la cabeza prácticamente enterrada en el inodoro. Estaba arrodillado y agarrándose el pelo solo, así que se apuró a sostenerlo y sobarle con cariño la espalda, repitiéndole que todo iba a estar bien. Harry era algo sensible, odiaba vomitar, pero parecía su nuevo hobby. Su bebé.
-Perdón.- Dijo como pudo, con los ojos cerrados, dando manotazos para tirar de la cadena, queriendo deshacerse de lo que expulsó. Louis la tiró por él y lo ayudó a levantarse despacio, mirándolo preocupado al verlo tan pálido. Se plantaron frente a la pileta, conectando sus ojos a través del espejo.- Volvé a la clase, ya...-
-No te voy a dejar solo.- Lo retó en voz baja, alcanzando una de las muchas colitas de pelo que Harry dejaba por toda su casa. Le hizo un rodete rápido y francamente desastroso, que cumplía la función de mantener su lindo rostro despejado, para no agobiarlo con su propia humanidad.- Amor, hoy te llevo al médico.
-Pero...-
-Sin peros.- Lo sostuvo de la cintura con cuidado, dándole un beso en el hombro al estar tras él. Harry agarró su cepillo para lavarse los dientes, y Louis sonrió ante el precioso reflejo que el espejo les daba. Amaba a ese hombre.- Terminamos la clase, nos bañamos y nos vamos.
-No puedo creer que estés dando la clase en ropa interior.- Se rió, metiéndose el cepillo en la boca, mirándolo indirectamente. Tenía una remera negra, sobria, con un saquito por encima, pero debajo de esa seriedad estaba oculta la ropa interior, ajustada, casi indecente. Louis alzó una ceja, viéndolo todo despeinado y usando una remera suya que había visto toda la universidad, con las piernas tan desnudas como él. Harry se rió con pasta dental por toda la boca.- ¿Qué?
-No son fachas para estar en clase, Styles.- Lo retó burlón antes de darle un beso más largo sobre la ropa, soltándolo con pesar.- Tengo que volver, ¿estás bien?- Harry asintió, sonriéndole como pudo, y Louis se alejó.- No vuelvas si no te sentís bien, ¿sí?
-Ahora voy.- Prometió como pudo, y Louis se despidió con un apretón en el culo, haciéndolo reír.- Pulpo.
-A mucha honra.- Aclaró sin vergüenza, volviendo a su clase con pesadez.- Te veo ahora. Prendé tu cámara cuando vuelvas.
-¡Oki!- Gritó un poco antes de escupir, sintiéndose más limpio. Odiaba vomitar.
🌼
Louis sonrió detrás de su barbijo al ver a su novio acomodándose un gorrito de lana sobre sus rulos. Hacía frío, y tenían que caminar bastante para llegar a la guardia del hospital de la mamá de Harry, donde sabían que los atenderían.
