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¿Qué le paso a Luhan esa noche?


—¿Está escuchando, capitán?

—¡Capitán!— Luhan levantó la cabeza ante la llamada. Dilraba, la vicecomandante, lo miró con ojos feroces.

—Oh, lo siento. No estaba escuchando—. Cuando Luhan se disculpó de manera honesta, Dilraba dejó los documentos que tenía en la mano. Miró de arriba abajo a Luhan, que estaba sentado frente a su escritorio, con una mirada penetrante.

Era increíble, no podía ser real, pero la mirada de Dilraba parecía ver a través de cualquier cosa, hizo que me doliera el estómago.

—¿Capitán, está enfermo?

—No.

Sus ojos se veían afilados por la rápida respuesta.

—Se ve enfermo. Lo que sucedió anteayer... ¿Realmente no es nada?— Luhan se rio amargamente de su aguda pregunta.

Justo antes de ayer, Luhan, que estaba haciendo una demostración de habilidades físicas a los miembros, se desmayó repentinamente cuando desviaba el brazo de Yangyang. Ambos estaban practicando juntos. «Sentí que me estaba desmayando. No supe nada más; pensé que no perdería contra nadie, al menos no debido a mi salud. De repente mis ojos se oscurecieron y cuando desperté me encontraba en la enfermería. Francamente, me sorprendió bastante».

—Es una anemia leve.

—¿Por qué de repente tiene anemia? ¿No está comiendo? Supongo que es eso. Ha estado un poco ocupado últimamente.

Apareció un asesino en serie en la jurisdicción de Luhan recientemente. Cuatro personas murieron durante los últimos cuatro meses y descubrieron un cadáver más que habría sido asesinado apenas ayer. El criminal era un tipo adverso y sensible. Aparecieron cinco cuerpos en total, pero Luhan no pudo identificar al sospechoso.

Todo el país se burlaba de la incapacidad de Luhan. En una situación como esta, por supuesto, la comida estaba en segundo lugar.

Dilraba frunció el ceño: —¿Comiste? ¿Ayer?, ¿Hoy?

—Sí, Leo me compró un sándwich hace un momento.

—¿Qué? ¿Eso es todo? No comiste ni la mitad de eso, ¿Verdad?— Ella había acertado, solo probó un bocado y tiró el resto.

—No estaba tan bueno. Comí un poco—, dijo Luhan sin poder tragar bien debido al olor a tocino entre los sándwiches.

—¿Por qué comes tan poco? ¿Estás pensando en ir a un concurso de belleza?—, preguntó Dilraba.

El niño en su vientre parecía vegetariano y Luhan no pudo comer carne durante dos meses, en particular la carne de cerdo era como un veneno para ratas; por lo que incluso si un tazón de arroz contenía, aunque sea un poco de carne, le daba un vuelco en el estómago.

—Es porque no he tenido apetito estos días—, murmuró él en voz baja mientras hablaba como excusa. Se enderezó sin saberlo y escuchó a Dilraba.

—No se puede pensar en comer como una molestia, es algo básico. Debe cuidarse como funcionario. Es realmente patético morir de hambre e incluso colapsar.

La vicecomandante Dilraba no dijo nada malo. Era una mujer respetable que se ocupaba tanto del trabajo como de su vida personal. Luhan asintió levemente.

—Si no te siente bien, debería irte temprano. No me hagas repetir lo mismo muchas veces. Además, has estado sentado todo el día con el rostro pálido. Solo porque te tomes un descanso no significa que el asesino no esté atacando por su cuenta.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2023 ⏰

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