☃️ Voz

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Habían pasado algunos días luego de aquel suceso, Zhan defendiendo a YiBo, de YiBo dándole su número y... realmente pasaron algunos par de días en que Zhan vuelva a aparecerse en la cafetería y en su defecto a mandarle un mensaje a YiBo.

¿Porqué?

Simplemente tenía miedo y no sabía que hacer, era la primera vez que le gustaba un Omega en sí, que le llamaba la atención alguien... No quería arruinarlo.

Hasta que le mandó un mensaje un sábado por la mañana. Un simple.

“Hola... Soy Zhan... Lamento la demora en mandarte un mensaje (⁠´⁠ ⁠.⁠ ⁠.̫⁠ ⁠.⁠ ⁠'⁠)”

Yibo gritó y pataleó en su habitación aquella tarde, la espera había valido la pena.

Y aunque llevaban una conversación fugaz y a su vez una amistad muy leve, los mensajes iban y venían con rapidez sin importar el tema en sí, hablaba de su día a día, también de muchas cosas sin sentido que les pasaba, en especial YiBo, él era el más random entre los dos y Zhan no se quejaba, amaba leer sus locuras realmente.

Habían llegado a una amistad efímera quizás, dónde la confianza se formó tan pronto, mandando fotos y audios. A YiBo le gustaban los audios más que todo.

«Buenos días, Bo-Di, hoy no iré a la cafetería como suelo... Tengo exposiciones y me matan las clases extracurriculares, pero espero verte más noche. ¡Ten un buen día!»

Cómo amaba la voz de Zhan a pleno día, cuando apenas despertaba y se escuchaban sus pasos ir de lado a lado en su casa de seguro.

Yibo podría formar una playlist de todos los audios que guardó para repetirlas.

Los buenos días, el como le deseaba buena suerte cuando YiBo decía que tenía un examen o algo parecido, a veces cuando tenía bajones y simplemente Zhan lo animaba con sus palabras, pese a que parecía a veces que estaba en sus estudios.

Zhan simplemente era maravilloso para YiBo. Y quizás tenía una debilidad por su voz.

— YiBo, llevas media hora escuchando el mismo audio de 15 segundos, ¡Ya ven o se hará tarde!

Y claro, YiBo tenía a su amigo que lo aguantaba, ZhuoCheng, con quién se mudó hace un par de años para vivir en la capital, o no podría vivir ahí.

— Ya voy, mamá, deja de regañarme.

Cheng bufó y señaló un plato y vaso.— es tu almuerzo, saldré antes... Quedé de verme con Kuan-Ge, te veo en la cafetería.

☃️ omegacember - ZhanYi ❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora