Fisgones en el Cuarto

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En los pasillos de la escuela, cerca de la habitación de Maykol y Ezio, y unos minutos antes de que el peliverde rescotara a Rainie sobre la cama. Hikaru caminaba al lado de Sophis, paseando un rato por el establecimiento, mientras los demás seguían en la fiesta.

Hikaru intentaba reprocharle a Sophis de sus continuas bromas a Melissa. Que debería detenerse antes de que la chica felina tomara represarías serias contra ella. Mas la pequeña niña demonio, apenas y le prestaba atención, ignorando la mayoría de sus palabras.

Cosa que Hikaru notaba, pero continuaba explicandole la situación para ver si en algún momento le ponía atención.

Sophis escuchándola, en verdad le parecía que estaba exagerando. Sus bromas hacia Melissa siempre habían sido en un carácter muy inofensivo he inocente, solo siendo una que otra ves que le habria echo algun chiste que quizás podría ser considerado no tan inocente. Pero Melissa se lo tomaba todo demasiado en serio, ella le hacia bromas a casi todos, pero la gatita era la única que se las tomaba con intenciones asesinas.

-¡¿Sophis podrías escucharme aun que sea solo unos segundos?!- le reclamo Hikaru, ya harta de que no le prestara atención

-¿Que te hace pensar que no te estoy escuchando?.

-Pues que no me estas viendo cuando te hablo para empezar.

-No necesito verte para escucharte. Te he estado oyendo desde hace un buen rato.

-Por fabor Sophis -_-, préstame un poco de atención. Solo quiero que tu y Melissa se lleven bien, ambas son mis amigas.

-*Ahhhhh.......* (aquí vamos de nuevo)- pensó suspirando, recordando cuantas veces la peliroja había tratado de tener esta charla con ella -Hikaru tu me caes bien, y de echo Melissa también. Pero no creo que mis bromas sean tan.........- le decía tratando de defenderse, deteniéndose de repente por alguna razón.

-¿Que sucede?- le pregunto también dejando de caminar.

Sophis sin responderle, por alguna razón comenzó a olfatear el aire como un sabueso. Llamando la atención de Hikaru, preguntándose que era lo que pasaba ahora.

-Sophis....... ¿que es lo que estas haciendo?

-........Ese olor- exclamo mientras seguía olfateando el aire -¿son.......feromonas?.

-¿Que?.....

-¿Por que hay olor a feromonas aquí?- se pregunto así misma dubitativa, extrañando a Hikaru.

-¿Feromonas? ¿como esas que sueltan los animales para atraer pareja?

-Si, aun que no solo los animales lo hacen. Los humanos también sueltan feromonas cuando se siente atraídos por alguien, en especial las mujeres- le explicaba volviendo a olfatear el aire para ver de donde venia ese olor.

-...... Heee....... -_- ¿Sophis?- la llamo haciendo que ésta por fin le prestara atención -¿en cerio puedes oler feromonas?

-Sip.

-........... Bieeeen...... esto ya es extraño. ¿Como es que puedes hacer semejante cosa?.

-Je je je je, soy una demonio ¿y eso te parece raro?

-*Hmmm......* -_-

-Ven, creo que viene de por aqui- le decía comenzando a caminar derecho para que la siguiera.

Hikaru dudosa de hacerlo, comenzó a seguir el paso, esperando no encontrarse con nada raro a donde sea que esa niña lo estuviera llevando. En verdad le parecía extraño que pudiera oler algo tan imperceptible como las feromonas en el aire. Sabia que la pequeña era una de las menos normales en la escuela, y que sabiendo que su naturaleza era la de un demonio, esto no debería parecerle raro. Pero Sophis pasaba tanto tiempo viviendo entre ellos como una humana, que ya se había acostumbrado a pensar que ella no era mas que otra niña "normal" (dentro de los estándares de esa escuela claro) que le gustaba hacerle bromas a los demás.

Maykol y Rainie: Víspera de Noche BuenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora