prólogo

121 5 0
                                    

CUANDO decían que con el dinero se puede absolutamente, creo que se lo tomaron muy al literal...

Si quieres negociar con alguien a cambio de algo muy deseado, y estás haciendo el intercambio con una persona muy ambiciosa, dinero es simplemente lo que necesitas para acabar con tu mayor deseo en la palma de tu mano. A ellos no les interesa tu vida, solo quieren poder, ya sea en lo estatuto o en lo económico por lo cual simplemente tírales plata en la cara y serán felices, funciona tanto para la gente rica como para la gente pobre. Siempre y cuando sea en buenas cantidades tendrás todo resuelto, sin dinero y sin poder no eres nadie a menos que tengas algo de sumo valor en tus manos.

-¡Mamá, lo quiero! ¡Debo tenerlo!- tanto su madre como su padre enseguida lo vieron y negociaron con una pobre madre posiblemente soltera, que a cambio de una amable suma de dinero ella les entregará a aether el nuevo gran oso de peluche que traía un pequeño niño que estaba en el carrito que la madre recién mencionada, empujaba a paso lento hacia un destino que lleva a quien sabe dónde.

Con dinero yo puedo conseguir lo que desee...

Eso pensaba aether, o mejor dicho por muchos años sus padres le terminaron por meter ese tipo de ideas en la cabeza, por lo cual ahora sí no es por dinero, el no despierta ningún interés, por lo cual siempre siente un extraño vacío aburrido en su vida cotidiana día a día, pero así fue hasta que encontró un pequeño capricho, que supo que aún con todo el dinero del mundo nunca podría obtener, algo que fue transformando en un hobby con el simple objetivo de que en algún momento por las buenas y no de las malas pudiera al fin tener en sus manos, pero era alguien muy impaciente y muy desesperado, era alguien quien odiaba ensuciarse las manos cuando se trata de realizar una actividad sucia.
Pero como ya sabemos a aether le gusta tener todo a la perfección lo que nos lleva a qué solo en momentos de suma necesidad el mismo era quien se disponía a cometer suzo dicha tarea.

"Odio ensuciarme las manos"
Aether nunca dejaba de repetir esa frase y dejar más que claro eso mismo, pero es que el nunca admitiría que en el fondo el adoraba realizar estás morbosas acciones con mucha atención y precaución a cada detalle, que de alguna forma lo ayudaban y lo adentraban cada vez más a conocer la anatomía humana tanto por fuera como por dentro.

Pero por otro lado...

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

-Mamá...-hablaba con vos gélida el pequeño niño de pelos azulados y mejillas regordetas, quien con ojitos llorosos recién entraba lentamente a su casa por la puerta delantera, apretando con algo de enojo los bordes de su camisa de suave tela, al mismo tiempo que trataba de llamar la atención de su madre para contarle lo que le sucedía-¿Si cariño, que ocurrió?-

pregunto algo preocupada su joven madre arrodillandose a la altura de su cria al mismo tiempo que secaba sus lagrimas tratando de saber que era lo que tenía a su hijo tan afligido, el pequeño antes de hablar suspiro.

-Mamá, en el parque me acerque a un pequeño gatito que había, quise acariciarlo y me rasguño lastimando mi mano, yo no le hice nada malo por qué me hizo esto?-

La madre comprensiva, entendió todo y al mismo tiempo que curaba su mano de forma delicada, como muchas veces ella le quería dejar en claro a su hijo las cosas de la vida hoy también le explicaba.

-A veces los pequeños animalitos se pueden llegar a sentir amenazados por la invasión a su espacio y lo primero que hacen es atacar, pero quédate tranquilo el no te odia, tal vez con los días y el tiempo se acostumbré a tu precencia y pueda tenerte mucho cariño, después de todo, tú lo hacías por amor y cariño no es así? Solo debes tener paciencia, lo mismo pasa con las cosas que queremos, si otro viene y nos las quita, nosotros tenemos que ser fuertes, TÚ tienes que ser fuerte y hacer que te lo devuelva a la fuerza si hace falta, total tu solo lo haces por amor y cariño a lo que te pertenece-

El pequeño entendió a la perfección y hasta quedó fascinado, era como si le hubieran hecho ver la realidad con otros ojos. Se levantó sonriendo y le dió un beso en la mejilla a su madre al mismo tiempo que salía devuelta a aquel parque donde estuvo hace minutos mientras le gritaba a su madre que volvería pronto pero luego de terminar jugar.

Días después un adolescente que pasaba por el lugar al sentir un olor putrefacto, encontró el cadáver de un pequeño gato ya muerto.

.
.
.
.
.
.

-El gato no me amó por las buenas, pero yo de verdad le tenía cariño...-♡

El pequeño despertó una fuerte creencia, la cuál llevaba consigo unos principios un tanto particulares, no podemos culpar a nadie, nisiquiera a la madre, pero es que la imaginación de un niño realmente no tiene límites y a medida que uno crece algunas cosas se quedan pegadas en lo más profundo de nuestra mente.
Estos dichosos principios solo se concentraban en el mismo resultado...

Si quieres algo bien hecho lo tienes que hacer por tu cuenta, si deseas algo tienes que conseguirlo cueste lo que cueste, y si algo te lo impide, usar la fuerza siempre será la primera opción.

╭────༺♡༻────╮
╰────༺♡༻────╯

⁠*⁠'⁠。⁠* A TODA COSTA゚⁠+☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora