Y ahí estaba él, sentado en el sofá mientras en su mano sostenía una copa de vino, veía la ciudad fijamente mientras divagaba en sus pensamientos.
Eran pasados de las 10 ya, antes los amados esposos habían quedado en tener una cena especial a las 8, Jisung había preparado todo, hasta pidió permiso en su trabajo para poder ir a hacer las compras para la cena al supermercado... Pero como era de esperarse, Minho nuevamente no llegó a casa esa noche, "Tal vez se le olvidaría" Pensó aquel ingenuo chico de 26 años.
Decidió esperarlo una hora más. Empezó a quedarse dormido así que se levantó, dejó la copa aún llena en la pequeña mesa al lado del sofá y se dirigió a aquella habitación inmensa que compartía con su esposo, se quitó sus prendas para luego ponerse un short y una camiseta de Minho, la cuál le quedaba algo grande, pero así le gustaba a el. Se acostó en la cama y rápidamente empezó a caer en un largo y profundo sueño.
Sumido ya en un inmenso sueño, empezó a sentirse pesado, cómo si la cama lo hundiera, pero no sentía la necesidad de alterarse, de hecho se sentía calmado, tranquilo y relajado.
...Despertó al lado de su esposo con una dulce y gruesa voz diciéndole "Es hora de despertar mi Ardillita", mientras le hacía cariño y mimos en su rubia y hermosa cabellera. Por otro lado, éste se sentía confundido, todo se veía y sentía muy diferente, los rayos del sol pegaban en la esquina de la cama dando a presenciar un aura linda y tranquila, la habitación ya no se sentía triste, en desconsuelo y angustia, ya no se reflejaba un tormento lleno de puro dolor y sufrimiento, ahora sólo había paz, tranquilidad, con una vibra amorosa, fuerte y cálida, aquel rubio se sentía confundido, todo era tan confuso, esas sensaciones las sentía raras... Sin embargo, no le gustaría salir de esas vibras que transmitía aquella habitación.
—Buenos días Ardillita, cómo amaneces? Dormiste bien? Descansaste? –Dijo aquel castaño con su linda y dulce voz. El rubio sintió aquella sensación en el estómago, la cuál no sentía desde hacía ya un año, aquel apodo que tanto amaba escuchar salir de la boca de su esposo, creyó jamás volver a escucharla. – Que pasa? Estás bien?
— Ehh, si, estoy bien Honnie, yo dormí muy bien y tú? –Sonrió reteniendo algunas lágrimas en sus ojos, que dejó caer.
— Ey, por qué lloras? Pasó algo? —Le tocó las mejillas, y los brazos cómo si estuviera preocupado.
—Si, estoy bien, tranquilo Honnie, sólo que... Te amo –Minho sonrió y lo besó, algo que Jisung no se esperaba, pues ya llevaba tiempo que Minho no lo besaba, ni siquiera se atrevía a tocarlo, de broma y lo miraba; Ese beso se sintió cómo la primera vez, cómo la primera vez que unieron sus labios en una dulce danza, entregando todo su amor, y diciendo tantas cosas que no eran capaz de decirse, a través del beso. Se separaron un poco y se miraron a los ojos.
— Yo también te amo Jisung, cada día te amo más, de hecho.. Tengo preparado un día solo para nosotros dos, tu y yo nada más, okey? Hoy te dedicaré todo el tiempo que sea necesario, si? Siento no estar ya tan al pendiente de ti, y hoy te lo recompensaré y no sólo hoy, si no todos los demás días mi Ardillita, sí? —Minho juntos sus manos entrelazandolas, Jisung volviendo a sentir ese calor que tanto extrañaba.—Si. —Sonrió y Minho lo volvió a besar.
—Bueno vamos, he preparado la comida para tí, y no quiero que todo se enfríe —Se levantó y seguido Jisung iba a hacer lo mismo –. Ey, no, no, yo te cargo mi vida, ven —Minho lo cargó cómo si de una princesa se tratase, Jisung encantado cómo siempre, le dió un beso en la mejilla y sonrió. Bajaron al primer piso y se dirigieron al balcón que tenían, con una viste preciosa de toda Seul. El castaño lo bajó y le abrió la silla para que el rubio pudiera sentarse, lo acomodó y le dió un lindo beso antes de irse a sentar.
ESTÁS LEYENDO
"ᴛʜᴇ ᴅɪғғɪᴄᴜʟᴛ ᴘᴀᴛʜ ᴛᴏɢᴇᴛʜᴇʀ"
RandomUn matrimonio tan hermoso, una pareja la cuál se amaba tanto, se tenían mucha confianza, y eran cómo almas gemelas. En serio creen que esté matrimonio dónde todo era color rosa cambie a ser un tormento de tristeza, dolor, angustia, miedo, comparacio...