Fallen petals (Bangchan, Hyunjin, Tú)

Lienzo

Advertencia: Este capítulo contiene escenas explícitas 

Narra Eun-ji

Me encuentro en el avión tratando de olvidar lo que sucedió hace unas horas. —Chris no me pudo haber hecho eso. Sé que tampoco soy inocente, pero le prometí siempre decirle la verdad. Ahora él lo hace—.

*****

Estoy en mi cafetería preferida esperando a Lix —parece un dèja-vú—, dijo que me tenía una sorpresa —me encontraba disfrutando de un delicioso aperitivo—.

—Hola Eun-ji. —Lo dice con su voz más grave de lo normal. Volteo y lo veo sonreír—.

— ¡Lixi! —Lo abracé. Acarició mi vientre—. Hola Hwang Bae. Soy tu padrino. Tu papá ansía verte. —Se sentó—.

—Se nos está haciendo costumbre también reencontrarnos es este lugar.

—Si. Siempre han valido la pena. Y esta vez será mejor. ¿Terminaste de comer?

—Falta poco. ¿Por qué tanta prisa?

—Solo pregunto.

—Lee Yongbok como si no te conociera. Algo tramas. Esa mirada me lo dice.

—Solo me llamas por ese nombre cuando me estás regañando. Valdrá pena. Tú solo espera. —Me miraba y sonreía—.

Terminé de comer. Salimos de la cafetería. Subimos a su auto —previamente me había pedido que llegara a la misma en taxi. Cuanto misterio—. Él iba manejando.

— ¿Adónde me llevarás?

—No puedo decírtelo.

—Me siento secuestrada.

— ¿No confías en mí?

—Tengo miedo de hacerlo. —Rió—.

—Jamás te haría daño. Eres como mi cuñada. Además, Hyunjin me mataría. Y más que ahora está en el Ejército. —Reí. Conozco estas avenidas y calles. ¡Oh por Dios! Detuvo el auto—.

— ¿Reconoces este edificio?

— ¿Qué hacemos aquí?

—Acompáñame.

Entramos. Tomamos el ascensor hasta llegar al piso donde se encontraba ese famoso departamento donde compartí tantos recuerdos.

Estando justo al frente del Pent-house de Hyunjin.

—Este es tu regalo especial. —Tocó el timbre. Abrieron la puerta y ahí estaba él—.

—Hola mi mugunghwa. — ¿Era cierto? ¿Hyunjin aquí? Me sonreía con su linda mirada que era mi favorita—.

—Por favor, di algo. Insúltame por haberte traído engañada. Golpea a Hyunjin por hacer esto. No lo sé. ¡Eun-ji, habla!—. Decía Felix exasperado—.

— ¡A ambos los odio! A ti, Lee Yongbok por haberme hecho esto. Y a ti, Hwang Hyunjin por sorprenderme de esta manera. —Solo reían—.

—Ya me voy. Los dejo solos. Disfruten, y no hagan travesuras. Ya hay un bebé en camino por una de esas. —Me abrazó. Después se despidió de Jinnie—.

— ¿Me perdonas? —Me miraba con su tierna carita—.

—Si. —Lo abracé. Él me besó tan apasionado y cautivante—. Nos aplastas.

— ¡Perdón! ¡Perdón! ¿Le hice daño a nuestro hijo? —Se puso a la altura de mi vientre y le habló—. Perdón, bebé. Tú papá a veces es muy torpe.