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YuBin suspiró sin ganas, siempre era peligroso cuando esas dos se juntaban, pero ni modo, eran sus amigas y muy, muy en el fondo las quería

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YuBin suspiró sin ganas, siempre era peligroso cuando esas dos se juntaban, pero ni modo, eran sus amigas y muy, muy en el fondo las quería.

Con las mismas ganas que tenía de vivir, se levantó lentamente de la cama y salió a casa de GaHyeon en bicicleta, no le gustaba, pero el taxi estaba caro y plata no tenía.

Cuando llegó lo primero que vio fue a YooHyeon sentada en el piso con varias fotos regadas pues en el piso, ¿Dónde más? GaHyeon fue por galletas, realmente estaba ansiosa por mostrarle lo que había descubierto.

—SIÉNTATE.

La castaña se sobresaltó, la mocosa acusadora de mujeres le había gritado en el oído. Con mala cara, se sentó en el piso, no sin antes pegarle en el brazo a la menor, quien se quejó en voz alta.

—¡Mira! Aquí hay una foto de GaHyeon con su mamá de cuando nos abandonaron y se fueron de viaje a China.

YooHyeon pegó la foto a la cara de YuBin, quien le mandó un manotazo porque realmente no la dejaba ver.

La foto era reciente, GaHyeon y BoRa estaban en el aeropuerto.

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Buscando a mi otra mamá | SuaYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora