6 Días para Navidad|ZeeNuNew

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Un nuevo día comenzó. Había despertado a la hora de costumbre para salir a correr un rato, cuando regresó se dio un baño y luego se preparó algo para desayunar.
Estaba frente a la televisión intentando encontrar algo que ver para matar el tiempo, pero nada fue de su agrado. Había dejado cualquier canal, mientras miraba su celular. Tenía dos solicitudes de seguimiento en Instagram, una era nueva y la otra no, la que no era nueva tenía por nombre NuNew Chawarin, su "querido" vecino y la otra era de un tal Max Saran, salió de ahí sin aceptar ninguna de las dos. No tenía nada que hacer, así que terminó por quedarse dormido en el sofá de la sala.

Su sueño fue interrumpido por el sonido del timbre a las 11:00 am despertando de un solo salto. Al abrir los ojos su expresión era de fastidio, pues sabía perfectamente quien estaba del otro lado. Había quedado en verse con el pelinegro a esa hora para iniciar con la búsqueda de su "ligue de navidad".

Así que compañado de un largo suspiro abrió la puerta.

—Pasa.

—Hola— dijo NuNew al entrar— no me digas que estás despertando.

—Algo así.

—¿Ya comiste?

—Aún no.

—Que bueno, porque te traje esto— extendió un tupper, Zee lo tomó extrañado pues no notó que el chico llevara algo cuando entró.

—Gracias ¿qué es?

—Un poco de pasta, la cociné esta mañana.

—¿Viniste a ayudarme con mi problema o a comer conmigo?

—En primera, yo ya comí y en segunda, sí, vine a ayudarte.

—¿Podemos pasar al grano entonces?— sugirió irritado.

—¿No tienes hambre?

Zee tocó su abdomen a la altura de su estómago— Umm. Sí, un poco.

—Entonces siéntate a comer.

Y así lo hizo. Ambos se sentaron en el pequeño comedor que el mayor tenía.

—Y dime ¿en qué es lo primero que te fijas cuando ves a un chico?

—¿Qué?— contestó con la boca llena.

—Necesito saber para no poner en la mira a chicos que no puedan interesarte a primera vista— explicó NuNew.

—Mmm... es algo tonto, no te vayas a reír— le advirtió al más bajo apuntándolo con el dedo índice.

—Jamás.

—Es en las manos. Lo primero que miro en un chico son sus manos, creo que después del tiempo el rostro y el cuerpo cambiarán, pero las manos son especiales... porque son las que tomarás el resto de tu vida entre las tuyas.

Un pequeño silencio los acompañó.

—No me parece nada tonto, es una manera muy linda de pensar.

—¿Y tú?

—¿Qué es en lo primero que me fijo?- el chico asintió— los ojos— dijo mirándolo fijamente a los suyos— dicen que los ojos son la ventana del alma. En ellos podemos ver lo que alguien siente sin necesidad que lo externe con palabras... por ejemplo— dijo haciendo una pequeña pausa mientras lo inspeccionaba— en los tuyos puedo ver un enorme deseo de amar y ser amado.

El ambiente se tornó un poco tenso, ninguno de los dos decía o hacía nada más que mirarse a los ojos.

—Eso es cierto— trató de suavizar el momento— he tenido muy mala suerte en el amor y me gustaría tener una buena historia de amor para contar, como en las películas— metió otro bocado de pasta a su boca.