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Rin Nakano siempre había creído que tenía que ser merecedora de las buenas cosas en la vida, ya que era lo que le habían enseñado sus difuntos padres

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Rin Nakano siempre había creído que tenía que ser merecedora de las buenas cosas en la vida, ya que era lo que le habían enseñado sus difuntos padres. Ahora vivía con su abuela, pero era tan vividora que solo pisaba la casa cuando era necesario, por lo que Rin pasaba todo su tiempo sola.

Cuando cumple dieciséis años decide buscar un trabajo parcial al mismo tiempo que cursaba primer año de preparatoria. Debía poder sobrellevar todo considerando que también se había unido al club de Kyudo, por lo que consigue un trabajo casual en una cafetería los fines de semana. A veces se preguntaba sí para tener una buena vida debía pagar algo a cambio, además de su empeño en conseguirla, esperaba ser merecedora.

Shibuya en diciembre se volvía un lugar muy lindo. A Rin le gustaba pasearse por las calles al anochecer, vislumbrando las luces que adornaban los lugares, las decoraciones de Navidad, inflables en las calles, comida navideña… Personalmente era su época favorita del año, a pesar de que tenía años pasándola a solas. Sus padres preferían ir a las cenas con sus amigos y la dejaban con su abuela, pero esta también tenía sus planes y le pagaba a Rin toda la comida que quería para sobrellevar el día. Entonces, a veces se preguntaba cómo era pasar Navidad con tus seres queridos, ya que Rin no tenía a nadie al que pudiera adjudicarle ese título.

En uno de tantos torneos que había de secundarias de Kyudo, Rin y los del club fueron a ver uno para ver si alguna persona podría ser apta para unirse. Se sentaron en las gradas mientras que Rin se ajustaba la chaqueta por el frío que hacía y se hizo bolita, viendo con detenimiento. En ese momento miró a una chica de largo cabello castaño ser la mejor de toda la competencia, atrayendo su atención. No solo por lo buena que era en Kyudo, sino su atrapante belleza.

Aunque claro, fue solo ese día y se retiraron, con Rin pensando en aquella chica bonita todo el tiempo. Le hubiera gustado acercarse, pero era muy tímida.

Pasaron semanas y llegó el 24 de diciembre. Ese día en la cafetería cerrarían temprano, y dado que la mayoría de los trabajadores estaban festejando Rin se ofreció en atender el último turno que terminaba a las 5 de la tarde. De todas formas pasaría la víspera de Navidad sola. Rin vio que el reloj marcó las 4 de la tarde, por lo que fue a buscar su lonche y comenzó a comerlo, ya que la cafetería estaba vacía y llevaba así todo el día. Agradecía aquello.

pretty girl   ❥   shiba yuzuhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora