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Los altos edificios ocupaban mi registro de vista mostrando en que parte de la ciudad me encontraba.

- Recuérdame por qué estoy aquí - dijo Yujin que se mantuvo consternado desde que le ofrecí venir.

- Porque no sabes decir no - respondí con una sonrisa y el pelinegro se deslizó por el asiento de cuero rendido.

La risa del adulto a cargo se escuchó y Yujin pareció querer esconderse.

- Deja de molestar a tu amigo - bromeó el manager Choi y me encogí de hombros.

El mayor nunca dejó de ser mi manager, simplemente está inactivo hasta que Big Hit requiera su asistencia para atenderme.

Poco a poco la velocidad del auto bajaba hasta que finalmente se detuvo frente al imponente edificio que fue mi hogar por muy poco tiempo.

Analicé a las personas que caminaban alrededor.

Todos parecían transeúntes normales pero nada asegura que no haya algún fan esperando que su idol favorito salga del edificio.

- Suban primero, debo recoger el contrato en las oficinas - el mayor me vió por el retrovisor - hace tiempo no te metes en problemas así que si haces algo no involucres a ese pobre chico.

- Lo peor que podría pasar es que piensen que dejará Yuehua por Hybe - me encogí de hombros y abrí la puerta escuchando el suspiro del hombre.

Normalmente me daba mucha pereza causar alboroto pero la situación lo ameritaba.

Yujin abrió la puerta saliendo del auto y extendiendo su mano para ayudarme a salir.

Una vez ambos estábamos fuera cerró la puerta y el auto aceleró para ir al parqueo del sótano. Ambos comenzamos a caminar pasando el pequeño parque que construyó la empresa y entrando al edificio.

- No es posible - murmuró Yujin viendo alrededor, quedando su mirada en el alto techo.

- A estas personas les gusta mostrar cuánto ganan - asentí para mi misma yendo al mostrador.

La primera vez que entré al edificio tuve una reacción parecida al chico solo que la mía duró menos y fue en menor escala dado que estoy acostumbrada a este tipo de vistas.

La chica en el mostrador hizo una inclinación y la repetí.

- Un carnet de visitas - rápidamente lo tuve en mis manos y se repitió la misma acción de antes.

Le pase al chico el objeto y seguí mi camino hasta el escáner mostrando mi rostro, abriendo las puertas.

Cada vez me daba más risa el rostro de Yujin quien se colocaba el objeto alrededor del cuello con la boca casi abierta.

Cruzamos el largo pasillo y entramos al ascensor aplastando el piso duodécimo.

- Este es el ascensor que usan para grabar los dance practice o algún trend en tiktok - asentí.

- Todos tratan de usar lo máximo posible el edificio - se cruzó una anécdota en mi cabeza - una vez jugué futbol con Niki, Jake y Jay en un pasillo... Si no fuera por Sunoo Niki hubiera roto un ventanal.

- ¿Qué? - pareció quedar tildado.

- En vez de caer el balón en la ventana cayó en Sunoo - apreté los labios tratando de no reír.

Ese día Niki conoció nuevos insultos en coreano.

Apenas se abrieron las puertas del ascensor vi un rostro conocido que estaba distraído en su celular.

- ¿Hyein? - en un instante la chica alzó su rostro.

Me apresuré en salir del ascensor y fuí casi tacleada por la menor. Si no fuera porque Yujin me sostuvo probablemente hubiera regresado al gran aparato.

Golden Hour | ZB1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora