Symphony of Shadows (EN PUBLICACIÓN)

Una Noche Mágica (Parte 2)...

La oscuridad se cernía como un lamento sobre la ciudad de Winterblaze, la luna llena derramaba su luz con una tenue melancolía, siendo testigo de los disturbios desencadenados por el Melody Devil. Las sombras, proyectadas como espectros, danzaban con una macabra elegancia sobre las paredes del cuarto de Jade. En su sueño profundo, la joven luchaba desesperadamente por ahogar en el olvido los recuerdos turbios que la acechaban. A su lado, su felina mascota, con ojos destellantes, ronroneaba con una cadencia que parecía susurrar secretos oscuros al oído de la pelimorada.

En la vorágine de sus pensamientos, Jade se sumergió en el telar cósmico, un reino donde los hilos dorados tejían y desentrañaban los destinos en una danza cósmica. Frente a ella se erigía "The Weaver", una entidad incomprensible que se autodenominaba el tejedor de realidades. Sentado con majestuosidad, movía los hilos del destino con una elegancia que irradiaba calma y serenidad, un cruel contraste con la tétrica labor que desempeñaba.

A su lado, una serpiente colosal, compuesta por sombras, almas en pena y agonía, observaba con ojos voraces. Cada hebra que The Weaver tejía, la serpiente la seccionaba con un coletazo violento, transformando la fibra dorada en el color del vacío. Sus ojos sin vida parecían regocijarse en la destrucción que el tejedor sembraba.

Cuando el telar cósmico abrió una puerta hacia la distorsión de Winterblaze, la visión de Astrofago, el devorador de luz, se volvió aún más aterradora. Sus colmillos se desplegaron como fauces hambrientas, destilando un resplandor oscuro que corrompía la esencia misma de la ciudad. Grietas negras se abrían en el suelo, y de ellas brotaban no solo ríos de sangre, sino sombras que se contorsionaban y susurraban antiguos lamentos.

La agonía se apoderaba de los habitantes, y los edificios desplomándose adquirían una textura de pesadilla, como si estuvieran hechos de recuerdos desgarrados y sueños desvanecidos. Las luces parpadeaban no solo como estrellas agonizantes, sino como destellos de terror analógico, imágenes distorsionadas que provocarían escalofríos en cualquier espectador desprevenido.

La ciudad, antaño rebosante de vida y prosperidad, ahora se sumía en la oscuridad retorcida de Astrofago. La gente perecía en un desfile de horrores, mientras las almas en pena impulsaban a Jade hacia la serpiente del fin. Jade se veía atrapada en un torrente de imágenes aberrantes, fusionándose con la pesadilla que se tejía a su alrededor. El terror, palpable y penetrante, se grababa en su mente como una melodía discordante que se resistía a desvanecerse.

Al despertar sobresaltada, Jade aún sentía el eco de esas visiones resonando como un grito ineludible. El sudor perlaba su frente mientras se aferraba a la realidad tangible de su habitación. Abrazando con fuerza sus frazadas, sus articulaciones se sentían desprovistas de huesos. La dualidad de The Weaver y Astrofago persistía en sus pensamientos, un ominoso recordatorio de que algo más allá de su comprensión se movía en las sombras de Winterblaze. Un escalofrío recorría su espalda. El caos había comenzado, y Jade se encontraba en el epicentro de un conflicto que trascendía los límites de lo imaginable.

Cientos de preguntas se agolpaban en su mente mientras trataba de dar sentido a esos sueños. ¿Habrá alguien capaz de ayudarle a descifrar esas visiones, o se aventurará ella sola en el abismo que se abre ante sus ojos, enfrentando lo insondable con la oscuridad de Winterblaze como testigo mudo de su destino incierto?

Las lágrimas se mezclaban con el sudor en su rostro mientras el drama y el terror se entrelazaban en el tejido de su existencia, teñido por la sombra de un destino incierto y aterrador.

descubre en el próximo episodio como Jade logrará librarse de esas dudas