IMAGINA CON NIKI

Capítulo 4: Destellos de celos y luces de fotografía

Pasaron unos días, y la relación entre Sunghoon y T/N se fortalecía cada vez más, algo que no dejaba a Ni-ki indiferente. No lograba entender por qué estos sentimientos lo afectaban tanto; después de todo, él y T/N eran amigos recién conocidos. ¿Por qué le molestaba tanto que compartieran una conexión tan fuerte?

Mientras reflexionaba sobre esto, sumido en sus pensamientos, unos leves toques en la puerta lo sacaron de su ensimismamiento.

—Ni-ki, ¿ya estás listo? Tenemos la sesión de fotos —dijo Heeseung al ingresar a la habitación.

Ni-ki asintió, reuniendo sus pensamientos antes de ponerse de pie.

—Sí, estoy listo. Vamos —respondió, siguiendo a Heeseung.

A lo largo del trayecto, T/N y Sunghoon compartían risas mientras se sumergían en la pantalla de un teléfono. Por otro lado, Ni-ki no podía evitar mirarlos con su característica expresión seria, aunque ahora se notaba un toque de molestia en su mirada.

Sunoo, quien estaba sentado junto a Ni-ki, notó la peculiaridad en su expresión y se inclinó hacia su oído con su sonrisa distintiva. Le susurró con tono bromista: "Los celos te están matando", seguido de una risa y un leve golpe en el hombro por parte del menor.

—No es verdad. Solo que no debería confiarse tanto de alguien a quien acabamos de conocer —respondió Ni-ki, evitando la mirada de su acompañante y enfocando su atención en la ventana del automóvil.

Sunoo no pudo contener una risa juguetona.

—¿Y lo dices tú? ¿Quién fue el que la trajo a casa sin saber su nombre ni nada respecto a ella? ¿Quién fue el que dejó que se durmiera en su habitación? ¿Y quién fue el que le dedicó un día entero para comprarle ropa?

Ni-ki suspiró, sintiendo que Sunoo había señalado aspectos que prefería ignorar. La tensión en el automóvil era palpable, y Sunoo, con su agudo sentido del humor, había tocado un nervio sensible.

—Solo estoy siendo amable —murmuró Ni-ki, aunque sus propias palabras sonaban débiles incluso para él.

Sunoo sonrió, comprendiendo la complejidad de la situación.

—Lo sé, Ni-ki. Pero a veces, la amabilidad puede confundirse con otras cosas. No temas explorar lo que realmente sientes.

Ni-ki asintió en silencio, aunque la confusión y los cuestionamientos seguían danzando en su mente mientras continuaban el viaje hacia un destino incierto.

Al llegar al lugar designado para la sesión de fotos, el personal rápidamente les indicó que ingresaran al camerino para proceder con el cambio de atuendos, maquillaje y peinado.

Mientras los chicos eran atendidos por los estilistas, T/N observaba con atención cada movimiento de los profesionales, concentrada en perfeccionar el aspecto de cada integrante. Sin embargo, inadvertidamente, ella no se percató de que la mayoría del personal la observaba con determinación y curiosidad, ya que nunca antes habían presenciado la presencia de una chica en las sesiones de fotos.

Al concluir, todos lucían verdaderamente impresionantes; de hecho, T/N se sorprendió gratamente por la sorprendente belleza que irradiaban.

Con el equipo listo y cada integrante deslumbrando con su nueva apariencia, se dirigieron hacia el set de la sesión de fotos. La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación, y T/N no podía evitar sentirse orgullosa de la transformación visual que habían logrado los estilistas.

El fotógrafo, al ver el impecable aspecto del grupo, no pudo contener su entusiasmo. —¡Chicos, esto será increíble!— exclamó con una sonrisa contagiosa.