Un te amo con olor a lavanda. #1

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Katara🌪️

Cinco años atras.

Enero..

Es curioso cómo a veceses puede llegar a ser tan inconscientemente cruel.

Unas semanas después de nuestra mejor noche, me atreveria a decir que de nuestras vidas. No había vuelto a ver a Harry por ningún lado. Empezaba a preocuparme, lo había llamado tantas veces que perdí la cuenta. Lo que más me preocupaba eran mis síntomas, y el miedo volvía a mi, ¿Un embarazo? ¿Un bebé? No, no, yo no podía estar embarazada,no era virgen, pero.. No, simplemente no era posible o simplemente me negaba a aceptarlo. Además que haría con un bebé, tengo Diez y nueve años, recién comienzo mi carrera.

¿Harry, dónde estás?

Aparca el taxi, le pago y salgo. Mi miedo más grande es ser madre y repetir la historia. Necesito estar bien para poder ser madre, no quiero dañar a un bebé el cuál no tiene culpa de lo que sea que haya pasado en mi vida.

El hospital es tan grande que me siento diminuta frente a él, las náuseas acompañadas de mareos me hicieron venir aquí, después de que Athena bromeara con ello, me dió miedo y quise salir de la duda de una vez por todas. Quisiera que Harry estuviera aquí, pero al parecer desapareció.

- Buenos días, bienvenida - me saluda un chico en la puerta.

Dejándome pasar por las grandes puertas cristalinas.

- Buenos días - respondo nerviosa, trato de no mirar demasiado. Llegó a la recepción tratando de que esto sea lo más rápido posible.

- ¿Puedo ayudarla en algo? -me sobresalta la voz de mujer de recepción.

- Si. Quisiera una prueba de embarazo - dije de prisa, la mujer me miraba atenta con sus ojos verdes, era una mujer de unos cincuenta años tal vez y vestía un perfecto uniforme en color azul marino.

- Muy bien, deme sus datos y enseguida la atenderán.

- Que sea la más acertada por favor. - mi miedo era más que evidente.

- Nuestras pruebas siempre lo son. Ahora dígame su nombre y edad - tecleaba en su ordenador a toda prisa.

- Katara Morgan, Die9 y nueve años - dije suspirando

- Muy bien señorita Katara, enseguida la llamarán - me gire para sentarme y esperar pero su voz me detuvo - Tranquila, no pasará nada ¿si?.

- Gracias - fui directo a las sillas del fondo y mi mente empezó a jugar conmigo.

¿Qué pensará mamá? Recién entro a la carrera y ya lo arruine, pensará que soy una cualquiera la cuál le abrió las piernas a cualquiera, las lágrimas bajan por mis mejillas y en este momento estoy tan molesta con Harry por dejarme. Toda mi vida he tratado de ser la hija ejemplar, la más correcta y por eso mismo estudio, quiero devolverles cada centavo que gastaron en mí y no haya ningún reproche hacia mí de su parte.

- Señorita Katara - habla un chico a través de unas puertas blancas de metal

Me pongo de pie y suspiró, con el corazón latiendo con fuerza que se que cualquiera aqui podria escucharlo.

« ¿Dónde estás Harry? », entró a través de las grandes puertas con el corazón latiendo con fuerza. No pasará nada, si estoy embarazada lo tendré, seguiré en mi departamento y saldré adelante sin importar nada. Me ayuda a terminar esto lo más pronto posible. Toma lo que necesita y se va. Minutos pasan y no hay respuesta, estoy sola en el consultorio y quiero volver a llorar, vuelvo a llamar el número de Harry pero no hay respuesta, justo cuando voy a volver a intentar el doctor abre la puerta con una sonrisa.