Era un jueves por la mañana, afuera llovía mucho y tu solo te dedicabas a ver a la lluvia por la ventana, no habías asistido a la escuela ya que tenias fiebre y tos, desde el domingo estuviste así.
-¿Cómo te sentis, corazón?-era tu madre, entró a tu habitación, con un té y tostadas, te había estado cuidando toda la semana
-Mejor, creó- dijiste mientras agarrabas unas de las tostadas. Tu madre se acercó más a ti y te dio un beso en la frente para medir la fiebre.
-Todavía tienes fiebre, quieres que me quede unas horas más? tengo que ir a comprar la despensa del mes y pasar por lo de tu abuela. Expreso ella gentilmente.
-No te preocupes mamá, estoy bien, ve.- Expresarte lo más confiada posible. -Esta bien, cualquier cosa llámame, porfavor. Dijo ella y se retiro de la habitación.
Aproximadamente 3 horas después, te despertaste por golpes en tu puerta, no podías creer que alguien viniera con es sta lluvia, seguro era alguno de la iglesia o alguien que vendía algo. Te levantaste de tu cama con pocas ganas, y bajaste las escaleras arrastrando los pies, tenias frío ya que solo estabas en camisón, tus sábanas abrigaban mucho.
Abriste lentamente la puerta y tus ojos chocaron con los ojos hermosos de tu querido chico pecoso, se veía preocupado y muy mojado por la lluvia.
-Como estas? Me habías dicho que seguías enferma y no quería pasar más días sin verte, y como la camioneta sigue rota, mi única opción era venir en caballo- Dijo con risas entre sus dientes mientras pasaba una mano por atrás de su cuello.
-Yo estoy bien, pero, estas loco? ahora el que se va a enfermar sos vos- Expresaste con risas entre los dientes tambien, mientras le sacabas el abrigo mojado.
-No me importa, te quería ver, y traerte algo para que te sientas mejor.- Dijo depositando un beso en tu frente. -Ve a acostarte, traje una sopa de zanahoria, la hice especialmente para vos, la caliento y te la llevo a la cama.
-Alex, realmente no hacía falta esto- ríes mientras lo ves entrar a la cocina.
-Si hace, haría lo que sea para verte bien- Dijo mientras te miraba y te regala una tierna sonrisa.-ahora, ve a la cama y ponte cómoda para comer esta extraordinaria sopa.
-Tu reíste y negabas con la cabeza mientras volvías a subir las escaleras, entraste a tu cuarto y te acomódaste en las sábanas.
Minutos después Alex entró con una bandeja, donde tenia el plato de sopa, con jugo y al parecer un pequeño ramo de flores. Se sentó en tu cama junto a ti y te paso una cuchara para que tomaras la sopa.
-Hmm... realmente la hiciste vos? esta muy rica- Dijiste mientras lo mirabas, el estaba jugando con uno de tus rizos.
-Claramente, acaso dudas de mis habilidades culinarias?- Dijo riendo.
Cuando finalmente terminaste tu sopa, el ordenó la bandeja, y dejó gentilmente las flores en un florero encima de tu mesita de luz. Luego te envolvió con la sabana y lleno tu cara de besos, mientras tu reias, él podría hacer esto por siempre, escucharte reír era como música para sus oídos, una canción que escucharía todo el tiempo. Luego agarro el plato y fue a lavarlo.
-Realmente no nesecitas hacer todo esto corazón, déjalo así que después lo ordenó yo.
-Deja de decir eso, solo estoy siendo un buen novio-reprocha.
Luego de terminar de ordenar, subió a tu habitación para encontrarte acostada mirando la lluvia.
-Deberías dormir un poco mas- Dijo sentándose en tu cama y acariciando tu cabello.
-Dormir es aburrido, estuve toda la semana en la cama- dijiste en un tono triste.
-Incluso si estoy acá para dormir con vos?- Dijo mientras se metía en la cama y te abrazaba.
En un intento de besarte en los labios, tu te corriste para atrás rápidamente.
-Por favor??- te miro haciendo ojitos de cachorrito.
-no quiero que te enfermes tu también- Dijiste acariciando su mejilla.
-No me importa, hace 4 días que no te veo, sabes como la he pasado sin mis besos diarios?- Dijo en un tono de indignación.
-Bueno, pero si te enfermas no quiero quejas- Dijiste riéndote, te causaba mucha ternura su indignación.
-De todos modos me iba a enfermar, vine en caballo hasta acá- Dijo riendo entre dientes y besando tus labios.
Tu le seguiste el beso y llevaste tus manos hasta su pelo, y lo comenzaste a acariciar lentamente. Poco a poco los 2 quedaron dormidos en tu cama, cómodos con las sábanas calentitas.
[❀]
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.