Plegarias A La Nada

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Una junto con la otra la presionan.

Le dejan sin aire.

Le sofocan, la hieren, le rompen en pequeños pedazos lo que la habia mantenido con vida tiempo atras...

Por su mente llego un pensamiento que casi la ensordecia.
"Todo objeto valioso entregaria a cambio de poder gritar a los cuatro vientos. Poder liberar los demonios que moran en mi".

En aquella esquina tan conocida y frecuentada por ella,
desolada comenzarón pequeños sollozos y gemidos de su garganta a salir, meciendose de adelante hacia atras, a gritos casi inaudibles emprendio su hablar...

"¡Quiero llorar! ¡Quiero huir!

¡Ayudenme!

¡Rescatenme de esta diaria tortura!

¡Tengan misericordia se los ruego!

¡No aguanto mas!

¡¿Por que?! ¡¿Por que yo y no ellas?!

¡Quiero paz! ¡Quiero ser querida!

¡Quiero ser libre!

¡Rompan estas cadenas que están atadas a mis manos, pies y cabeza!

¡Quiero salir de aquí!

Por favor quien sea que allí este...

¡Ayudeme!"

En la oscuridad, fría y desolada. . .
El frío caló sus huesos,
no puede moverse por su cuenta.
Sus pulmones fallan.

Las heridas nuevamente escozen.
Ya no late el corazón.

Sabia que la escuchaban.
Ellos ya no escuchaban los gritos histericos de sus víctimas.
Le daban la misma importancia que el ser humano le da al respeto y modales.

Esas plegarias a la nada de aquella joven indefensa no llegarían a oídos.

Joven a la cual su fin no tardaría en llegar.

Fin que pronto llegaría, seria inevitable y destrozador.

A través de poesía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora