! Omega ☆ Scaramouche harem

! No cierres las piernas

Estaba cansado de siempre tener que pasar sus celos encerrado en su habitación cuándo habían cuatro alfas en la misma casa que podían ayudarlo en esos casos. Ya no quería los penes de plástico que le ofrecía la empresa para satisfacer sus necesidades para evitar que se metiera con sus compañeros de grupo.

También estaba consciente que en el contrato que había firmado al momento de debutar en el grupo decía que no podía tener ninguna clase de romance entre los miembros del grupo porque eso podría afectar a la convivencia entre ellos y bla, bla, bla. En el momento no le había afectado tanto cómo ahora porque ninguno de los cinco se había presentado aún pero ahora era una mierda.

Aunque fue una sorpresa que se hubiera presentado cómo omega, Los fanáticos lo habían tomado bastante bien aún sabiendo que sus compañeros se habían presentado cómo alfas. Pero claro, lo habían tomado bien para así ellos tener más contenido de fanservice.

Suspiró tirando el mando de la consola a un lado, estaba jugando en la habitación de Kazuha ya que este mismo le había dicho que si cuidaba a Tom en lo que llegaba le prestaría la consola. Miró al gato el cuál estaba mordisqueando uno de sus pequeños juguetes de ratón que Kazuha solía comprarle, ahora sabía porque el gato se creía cazador.

― Tom. Tú papá está bueno, ¿Me lo puedo coger?― Rió al ver cómo se le paraban los pelos pareciendo estar enfadado como si hubiera entendido lo que le había dicho. Estaba consciente que no le caía bien a Tom, pero eso no impedía que no le gustara venir a cuidarlo de vez en cuándo.

La puerta fue abierta de golpe haciendo que brincará en su lugar asustado. El causante de su susto entró a la habitación para después caminar hasta la cama y tirarse a esta panza hacia abajo completamente derrotado. Parecía cómo si hubiera corrido un maratón de siento cincuenta kilómetros o aún más.

Observó con detenimiento el cuerpo recostado en la cama, su mirada recorrió desde sus piernas hasta llegar a la espalda observando lo varonil que era, más grande que la suya y fornida. Pero no se quedó ahí, siguió observando hasta llegar a sus manos, podría decir con total seguridad que las manos del albino le parecían lindas de alguna u otra forma, Eran grandes, delgadas y los dedos eran bastante largos, y sin contar las venas que estas tenían... ¡No lo tomen a mal! No es cómo si tuviera un fetiche con las manos, solo le gustaban las de Kazuha, le gustaban al punto que quería que enrollara su cuello con ellas para después susurrarles cosas al o-

― Tierra llamando a Scara ― La voz del dueño de sus pensamientos hizo que volviera a la realidad. Sus labios se apretaron entre si antes de apartar la mirada de sus manos para mirarle confundido.

― Lo siento Kazu. No estaba prestando atención, ¿qué decías?

― Te estaba diciendo que a Aether lo empezó a corretear un perro porque el llevaba la bolsa el pollo que nos había pedido Xiao. El pobre corrió cinco cuadras por su vida hasta que el perro se cansó de perseguirlo.

Contó la divertida anécdota entre risas haciendo contagiar un poco al índigo quién también reía hasta que su imaginación hizo de las suyas haciendo que estallara en sonoras carcajadas pero al final se sintió un poco mal de haberse burlado del rubio. Después de terminar por controlar la risa se levantó del suelo para caminar hasta la cama sentándose en la orilla dejando caer su cuerpo hacía atrás con delicadeza sobre la espalda de Kazuha haciendo que sus huesos tronaran y que este soltara un suspiro de alivio, eso se había sentido bien.

― Seguramente te estabas riendo como nunca mientras Aether trataba de escapar del perro. ― Al recibir una risa por parte del albino supo que era cierto. De pronto un olor algo molesto llegó hasta sus fosas nasales haciendo que se apartara de Kazuha.