–Uh...
Rashta se queja caminando con dificultad por el largo pasillo del palacio occidental. Había estado jugando con Briseida, su hija, en el exterior, correteando de un lado a otro hasta el cansancio. Fue una vez terminaron que Rashta se dió cuenta de que sus pies estaban molidos.
Los tacones realmente eran un calzado que para correr no era el mejor. Rashta se arrepiente de no habérselos quitado antes.
Después de haber sido curada en la enfermería y vestida con otra ropa y calzado, Rashta se dirige a la oficina que compartía con su esposo (a petición de él) para terminar su trabajo.
–¡Esposa, llegaste!
Heinley sonríe brillantemente cuando Rashta había llegado al fin. La albina sonríe alegremente ignorando las punzadas del dolor en su pie.
–Buenas tardes, perdón por haber llegado a esta hora, ¿dónde esta mi trabajo?
–Terminado.
–¿Eh?
–Lo hice por error cuando hacía lo mío.
–...
«Mentiroso.»
Siempre era la misma excusa. Rashta se sorprende que Heinley sea tan descarado como para mentirle de esa manera y no cambiar la trola para nada.
Rashta suspira resignada y camina a paso lento hasta su escritorio para aunque fuera revisar por encima los documentos y no parecer una inútil.
Debería pedirle a Mckenna que a la próxima guardara sus documentos de Heinley para que no se los hiciera él. Rashta gustaba de hacer sus deberes sola, para eso había estudiado después de todo.
–Esposa, ¿por qué cojeas? ¿Qué te pasó? - Pregunta Heinley cuando se fija en los pequeños saltos que ella daba mientras camina. -
Rashta puede notar molestia en su voz, haciendo que ella hablara con más calma para evitar que Heinley sospeche de algo que no es.
Sabía que Heinley podía llegar a ser retorcido cuando quería y nadie debía salir lastimado por un error de ella.
–Oh, nada. Me lastimé un poco los pies cuando jugaba con Briseida, solo eso. Estoy bien, ya me han tratado la herida, ¡Espera! ¿¡pero qué haces!?
Rashta exclama asombrada cuando es alzada en el aire por su esposo quien la sujeta en sus brazos como si fuese una pluma. Rashta se sujeta con fuerza a sus hombros y clava sus uñas del susto. Heinley sonríe.
–Debe doler mucho. No puedo permitir que mi esposa camine así frente a mí. La llevaré yo. - dice con firmeza. -
Las cejas de Rashta tiemblan y una mueca de molestia ligera aparece. Pero se disipa y solo suspira.
–Bien...
No tuvo que haberle dado bandera verde.
–¿A dónde me estas llevando?
–A sentarte como deseabas.
–Pero no es a mi escritorio a donde me llevas.
–No~
Heinley se sienta tranquilo en su silla dejando a Rashta reposado sobre él. Al ser ella tan bajita, Heinley la cubría perfectamente.
Una de sus manos se aferra entonces a un de sus pies y lo alza ligeramente para acariciarla.
–¿Me permite?
«No sé porqué pregunta si va a hacer lo que le da la gana. »
Piensa, cuando ve los ojos suplicantes de su marido. Al final iba a hacer lo que quisiera porque sabe que no podría resistirse a su bella amatista.
Rashta suspira y asiente resignada.
–¡O-oye, pero eso...!
Chilla sorprendida cuando su calzado es quitado de repente y su pie es situación cerca de los labios de su marido.
–Solo quiero cuidar a mi esposa.
–Y-Ya esta curado.
–¿Estas segura de eso? Yo te veo aún lastimada.
–H-He d-dicho que estoy curada, Heinley...
–¿Um~?
Heinley besa el lado del pie más cercano a él, suavemente. Rashta enloquece intentando alejar su pie, pero Heinley no le deja irse. En su piel lechosa comienzan a aparecer rojeces por la vergüenza.
Eso era algo que a Heinley le encantaba ver porque sabía que era él el causante de ello.
–¡O-oye no! ¡No!
–Déjame curarla, esposa.
Rashta sabía que no tenía escapatoria. La mirada de Heinley, llena de lujuria, era inconfundible.
–Tonto...
No le molesta, ella ya lo sabía desde que entró al despacho, pero dar un par vueltas antes del verdadero juego era muy divertido para ambos.
***
Un fic de estos dos tórtolos calenturientos 😌👋🏻
Briseida me pareció un buen nombre para su hija. En este Au, solo tienen una, por cierto y es igual a Rashta por sus fuertes genes, expecto por sus ojos que tienen reflejos amatistas 🤗✨
Gracias por leer y espero que les haya gustado.
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Tu Zona De Confort [Rashta/Heinley]
FanfictionRashta tenía un ligero dolor de pies y Heinley como siempre, aprovechaba la más mínima oportunidad para poder tener a su esposa cerca de él. ■Ship No canon/+18 □ Personajes e imágenes canon pertenecientes a la novela/manhwa de "La Emperatriz divorc...