Ya habia acabado la temporada y eso significa pasar más tiempo con Carlos.
Al despertar me encontre con su cuerpo grande y robusto abrazandome.
-Buenos días, amor- dije aún con los ojos cerrados y sonriendo.
-Hola Martu- me saludo pasando su mano por mi pelo.
Le di un tierno beso en los labios y me levante con cuidado para ir hacia al baño.
Me lave la cara y cepille mis dientes, al salir de allí, no vi a Carlos en la cama.
-¿Amor?- pregunté y nadie respondió.
Fui a la cocina y lo encontre dado vuelta mirando hacia las hornallas.
-¿Que haces?- dije y abracé su espalda, escondiendo mi cabeza en su cuello.
-El desayuno- respondió y giro su cabeza para dejar un beso en mi pelo.
Sonreí contra su cuello y deje un beso.
-Tengo ganas de salir hoy- habló poniendo algo en un plato.
-¿A donde?- pregunté yendo a al mueble donde se guardan las tazas para sacar una.
-Ir a al centro quizas- dijo dandoce la vuelta entregandome un plato con panqueques.
-Tortitas, ¿Te gustan?
-Si, pero más me gustas vos- le guiñe el ojo y agarre el plato llevandolo a la mesa.
Unos minutos despues, habia preparado dos cafés. Vino a la mesa y se sento en frente mio.
-¿Porqué no te sientas a mi lado?- pregunté haciendo puchero.
-Quiero ver la tele, amor- rió levemente y fui a sentarme a su lado.
Paso un brazo por mis hombros y apoye mi cabeza en su hombro.
Este hombre es todo lo que esta bien.
-¿Hoy juega el Madrid?
-Si, ¿Quieres ir a verlo?- preguntó entusiasmado.
-Como quieras, dije levantando mi cabeza dandole un beso en la mejilla.
Me levante y fui a dejar las tazas y el plato de panqueques al lavavajillas. Lo encendí y que haga su trabajo.
Fui al comedor y no lo encontre, supuse que estaba en la habitación, fui hacia allí y no estaba tampoco.
-¿Carlos?
Fui de nuevo al comedor y lo encontré (al fín) con un ramo de rosas rojas.
-Felices 2 años, mi vida
-Te amo, chili- lo abracé y dejo las rosas sobre la mesa.
-No te compre nada, amor, lo siento.
-No pasa nada, con tu presencia yo ya soy felíz.
Lo abracé mas fuerte y dejo un beso en mi cabeza, me separe y fui a la mesa a ver el ramo.
-Que bonitas- dije tocando un petalo.
-No tanto como tú
-Que romantico que sos- hablé dandome vuelta para poner mis brazos sobre sus hombros y el sus manos en mi cintura.
-Te amo mucho- murmuré y lo besé.
Amo este tipo de besos, tranquilos y tiernos, disfrutando del amor que puede transmitir el otro a través del tacto.
Pero todo subio un poco de nivel cuando sus manos bajaron hacia mi trasero y empujandome para mas contacto me choqué con la mesa.
Me separé un poco para mirarlo.