Parte 1

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Es sábado por la mañana en la apacible ciudad de Hermiopolis, los pájaros entonan su melodía matutina, las nubes se desplazan con parsimonia, y un joven avanza tranquilamente por la acera, devorando un perro caliente. La altura del joven se destaca, va vestido con una camisa blanca de mangas cortas y pantalones de mezclilla. Un dije de gema azul cuelga de su cuello, brillando con misterio, el chico tararea una canción que solo él conoce mientras avanza.

Mientras camina, pasa enfrente del banco de la ciudad, donde adentro se escucha una amenaza escalofriante: "¡Dejen todo el dinero en la bolsa o le dispararé a la jovencita!". La amenaza resuena en sus oídos. El chico se detiene, perplejo por la situación y se dice a si mismo... "¿Un robo en este momento?"

Sin pensarlo dos veces, lanza su perro caliente al aire. Curiosamente, cada vez que el perro asciende parece perder velocidad, como si el tiempo fuera más lento. En un instante, varios rayos azules envuelven a nuestro protagonista, haciéndolo desaparecer de la calle.

Dentro del banco, la escena es caótica: Tres individuos armados y una joven como rehén. El chico reaparece en medio del banco, yace con una sonrisa en su rotos y sus ojos brillan con determinación, tras esto, una serie de destellos azules ilumina la sala, haciendo que por ratos, el chico aparezca y desaparezca de ciertos puntos del lugar, parecía que se teletransportaba. El perro caliente, antes lanzado hacia arriba, ahora está en descenso, aun con la velocidad reducida.

La tensión alcanza su punto máximo. El delincuente, ahora con un plátano en lugar de un arma, apunta hacia la cabeza de la chica, los otros malhechores, antes armados, ahora sostienen manzanas y peras, sus expresiones son de sorpresa y confusión. La chica ahora yace entre la multitud observando con asombro, parece que alguien la tomo en brazos y la alejo de los rufianes, los delincuentes se tambalean, desconcertados por el giro de acontecimientos.

El perro caliente cae inexorablemente, se encuentra a punto de tocar el suelo, pero en el último instante, una mano lo logra sostener, suspendiéndolo en el aire, subiendo lentamente

"¡Mi jocho, casi te pierdo!" exclama el joven con ojos brillando de la emoción. El tiempo fluye nuevamente con normalidad y ahora el chico continúa su camino. Los ladrones huyen desesperados del banco buscando su camioneta. La multitud dentro del banco, ahora con celulares en mano, los persiguen capturando fotos y videos de la escena.

Desde la distancia, observa la escena con una sonrisa, satisfecho por su intervención se aleja alegremente, se escuchan sus pasos ligeros y piensa lleno de satisfacción: "Me gusta ser un héroe".

...

Hola, me llamo Jonnathan, pero prefiero que me digan Johnny y soy un "héroe", entre muchas comillas. Me gusta usar mi gran poder, la super velocidad, para ayudar a la gente en lo que pueda. Lo que acaban de ver es mi mayor acto de valentía y, probablemente, el mayor efecto mariposa de mi vida. ¿Por qué? Déjame contártelo. En este vasto universo, coexisten humanos, superhumanos, hechiceros, magos, ninjas y entidades. Yo soy un superhumano y mi historia comenzó cuando tenía apenas 7 años.

Un día soleado en el parque, una gema misteriosa descendió del cielo, impactándome con fuerza. El dolor fue insoportable y mi llanto alertó a mis padres. Rápidamente me llevaron a emergencias, donde descubrieron que la gema se había incrustado en mi cuerpo. Los análisis revelaron algo asombroso: la gema había tejido venas que se conectaban directamente a mi corazón. Extraerla sería fatal, como si de arrancar mi propio corazón se tratase. La herida que dejó la gema sanó, pero quedé marcado para siempre: una gema incrustada en mi pecho, una nueva parte de mí.

Desde entonces, mi poder no ha parado de crecer, pues a los 12 años, percibí que era más rápido que los demás chicos, no solo en términos de velocidad física, sino también en la escuela. Mi intelecto me permitió adelantar un año de secundaria. A los 15 años, me di cuenta de mi poder, la super velocidad, y a los 16, desarrollé mis habilidades en secreto, ocultándolas de mis padres. Y aquí estoy, a los 17 años, despojando a los ladrones de bancos mientras disfruto de un perro caliente.


Johnny, orígenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora