¡HMP! ¡TONTERÍAS!

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DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y esta historia, es una adaptación de la obra del gran autor Charles Dickens "A Christmas Carol" (Cuento de Navidad)

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora, ya sea al final, al inicio o en medio de la historia.

bla, bla= flashback y onomatopeyas.

"bla, bla"=POV de personajes.

🎄🎄🎄 = cambios de escena/escenario


Era un frío invierno en la ciudad de Tokio, Japón. Se acercaba la época navideña y la gente corría de aquí para allá para hacer las compras de último momento. La gente amaba la época navideña y se notaba la felicidad en el rostro de las personas, bueno, todos excepto uno: Sasuke Uchiha.

Pero, ¿quién es este hombre? Sasuke Uchiha era uno de los hombres más ricos del país. Era dueño de la agencia de publicidad más reconocida: Sharingan. También cabe mencionar que era el soltero más codiciado, ya que no sólo era rico, sino también muy apuesto, todo un adonis griego como lo describían en las revistas de la farándula. Sin embargo, a pesar de ser apuesto, ninguna mujer duraba más de una semana con él, y eso se debía a una sola cosa: su carácter.

Así es. De qué servía su belleza si su forma de ser no ayudaba en nada, ya que era egocéntrico, prepotente y no olvidar el adjetivo que todo mundo coincidia: avaro.

Precisamente en esta época navideña, Sasuke en vez de regalar buenos bonos como la mayoría de las empresas daba a sus empleados, solo entregaba tazas con un bonito diseño y chocolates. Y si acaso entregaba un sobre con el equivalente a *5033 yenes, y digan que con eso ya dio mucho. Así que de nada le servía tener una cara bonita si su verdadera escencia era de esa manera. Sin embargo, él sólo tenía un amigo: Naruto Uzumaki.

Naruto era amigo de su infancia y era el único verdadero amigo que él tenía. El rubio de ojos azules era el único que soportaba su horrible carácter, pues él siempre decía que muy dentro de su ser, aún existía ese Sasuke tierno y amable que él conoció de niño. Y aquí es donde esta historia comienza, justo en el penthouse del famoso azabeche.

—Por milésima vez, Naruto, ya te dije que no brindaré en tu boda.

—Pero teme, sólo se casa una vez en la vida.

—Pero tú ya estás casado por el civil, además ya tienes un mini tú, y sin olvidar que Hinata está de nuevo embarazada.

—Precisamente por eso nos queremos casar por la iglesia, para que Hinata pueda casarse al estilo occidental con un hermoso vestido blanco de novia. Recuerda que nos casamos por civil hace cinco años y no pudimos celebrar la boda soñada como pensábamos. Trabajé duro este tiempo y quiero darlo lo mejor a mi reina.

—Eres un cursi de primera. Además eso te pasa por calenturiento, mira que embarazar dos veces a Hinata antes de casarse...

—¡Teme!

—Es una pérdida de dinero las bodas. Ya suficiente tenías con la del civil. Qué bueno que yo no me casaré.

—Bueno, al menos yo sí... eh...

—¿Qué? ¿Qué ibas a decir?

—Nada, de veras.

—Ibas a decir que yo si tengo a alguien a quien amar, ¿no? Pues déjame decirte que no me importa. Tengo fama, dinero, mujeres, y creo que eso es suficiente. ¿Para qué atarme a una sola persona?

Una historia de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora