Una historia de Navidad

VIVE EL PRESENTE

DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y esta historia, es una adaptación de la obra del gran autor Charles Dickens "A Christmas Carol" (Cuento de Navidad)

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora, ya sea al final, al inicio o en medio de la historia.

bla, bla= flashback y onomatopeyas.

"bla, bla"=POV de personajes.

🎄🎄🎄 = cambios de escena/escenario

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...

—¡Está bien! ¡Está bien! Lo admito. Soy un estúpido. Soy un tonto egoísta que dañó a mucha gente. Sobre todo a la mujer que ama... la mujer que aún amo. ¡Perdóname! ¡Perdóname! —se hincaba sollozando Sasuke agarrando parte de la túnica que Itachi tenía.

—El verdadero arrepentimiento, no es cuando lloras, sino cuando cambias de corazón. Hermano, tienes una última oportunidad para que cambies —decía mientras se agachaba a abrazar a su hermano que veía que estaba sumido en su dolor —. Vendrán dos fantasmas más a visitarte. Aprovecha bien sus consejos y cambia de corazón. Siempre te querré. ¡Hasta la próxima! —dijo Itachi brindando una sonrisa a Sasuke y dándole un poke en su frente, empezando a desaparecer poco a poco.

—No, Itachi, no me dejes de nuevo. ¡No te vayas!

—Haz el bien. Te veré hasta la próxima, tonto hermano menor. No olvides que te quiero.

Esas palabras fueron las últimas que Sasuke escuchó antes de caer desmayado.

CONTINUACIÓN...

Sasuke despertaba dando un salto en su cama, despertándose al instante. Estaba empapado en sudor debido a la "pesadilla" que había tenido.

—Uff. Tan sólo fue un mal sueño; una pesadilla mejor dicho. Si hay alguien intentando hacerme bromas no lo logrará —gritó eso último, como si lo diijera a alguien escondido —. Creo que ese vino que bebí tenía algo. Tsk. En fin, seguiré durmiendo.

Pero no habían pasado ni diez minutos cuando volvió a sonar las campanadas del reloj, anunciando que ya eran las dos de la madrugada.

—Sasuke... Sasuke —decía una voz.

—Mmmm. Déjenme dormir.

—¡Despierta emo vengador! —elevó la voz el hombre peligris quien se encontraba frente al azabache, provocando que Sasuke se levantara de un susto.

—Pero qué les pasa a todos ustedes, ¿es que acaso no me dejarán dormir? Y... ¿Kakashi sensei? ¿Eres tú?

—El mismo en carne y hueso... bueno, en espíritu.

—Pero acaso tú... ¿m-moriste?

—No, ja, ja, ja. Sigo vivo aún.

—Pero cómo es que...

—Dígamos que es la magia del cine, un truco de magia, un jutsu especial de espacio tiempo y cosas así.

—He visto el día de hoy cosas sin sentido que de acuerdo, te creeré. Y dime, ¿a qué debo el honor tu visita?

—Me encanta tu ironía, joven Sasuke. Pero en fin, te tengo que llevar a que veas el presente.