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Paso la hora, llegó la hora de a estar a tan solo un minuto de salir.

- cuatro, tres, dos, uno... - el pelinegro contaba de reversa mientras veía los minutos de su teléfono que estaban a punto de marcar las nueve de la noche.- ¡Acabó la clase bola de imbéciles! - grita para luego escuchar el timbre de fin de clase. Empieza a recoger todo rápido y cuando tiene todo le empieza a ayudar a Seungmin.

- Eres insoportable aveces, pero debo de admitir que amo cuando empiezas a guardar todas mis cosas para irnos. - le dice para luego darle una sonrisa.

- Joven Felix, quedase por favor. - agarra el marco de sus lentes de color negro para sacarlo y guardarlo.

El rubio sin decir nada sólo se queda en su sitio.

Jeongin quien ya guardó las pertenencias de los dos, agarra las dos mochilas posicionando una atrás de él y otra delante de él.

- ¡Minnie, vamonos! - le repite y lo agarra del brazo pero ese quitando el tacto. - ¡Quiero ir a comprar las papitas! - le ruega y lo mira con ganas de irse.

- Ve tú, yo ya voy... - le dice y el sólo asiente para luego irse rápido.

Seungmin sale de la clase, estaba que se dormía y quería llegar a su casa a descansar. Pero recuerda que hoy viene una amiga de su madre o cree que ya esta allá y también cree que se quedara. Seungmin odia las visitas, las detesta.

Cerró la puerta, sin ver a su amigo que se suponía que se encontraba dentro del supermercado comprando dichas papitas, comienza a pensar en todo lo que pasó en está semana. Piensa que tal vez el profesor sólo jugó con él y ya esta; pensando en que seguramente lo hizo por qué él se le declaró, o posiblemente porque lo quiso hacer y ya esta.

- Se acabó la clase ahora sí, Seungmin. - acordándose de aquellas palabras que el mayor le dijo. Con su tono dulce como siempre, pero su expresión fría..., caminando por los pasillos para ir a las afueras, pensando que podrían hablar los dos rubios dentro.

- ¡Que es broma! - grita una voz, llegando como si fuera un eco hacia los oídos de Seungmin.

Olvidándose de todo a su al rededor, siendo tan solo él caminando en los pasillos ya solos y sus pensamientos.

Mientras pensaba, la voz fue aumentando como si se tratase de que se había acercado hacia él.

- ¡Pero tú de que vas! - le grita y sale de sus pensamientos para mirar arriba a un chico alto con un cabello fantasía. Uno color morado.

- ¡Yah! ¡Lo siento! - le dice para mirar al que tropezó, viendo como el castaño sólo lo veía con impresión como si una obra de Picasso se tratase. - A hola, Seungmin. - el mencionado al escuchar su nombre dicho por la boca de este, quedó procesando por un pequeño segundo.

- ¿Tú cómo sabes mi nombre? - fueron las únicas palabras que pudo decir.

- ¿Eh? A sí..., te conozco por Hyunjin, I.N es amigo de Hyunjin y pues el pequeñito hablo de ti a Hyunjin y un lío que sólo yo sé. - le explicó.

- ¿I.N? - cuestiona con una mueca.

- Sí, ¿qué no lo conoces? ¡Si te veo todos los días al lado de él! - dicho eso, Seungmin cayó en cuenta que era su amigo Jeongin, pero no sabía que lo llamaban así.- Bueno como sea, lo siento. - sé disculpa nuevamente.

- Sí, te disculpo... - vuelve a mirarlo para inclinarse un poco, despedirse e irse.

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