"𝑉𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝐴 𝐶𝑎𝑒𝑟" • (𝘒𝘢𝘪𝘚𝘰𝘰)

II.

Advertencia: Abuso sexual y maltrato.

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Sinceramente todo había sido más difícil desde que Jongin llegó.

Tal vez no lo demostraba frente a su pequeño pero cada vez que podía le gritaba o lo golpeaba, Kyungsoo trataba de evitar esto pero era imposible, el era mucho más alto, fuerte y ágil que él.

Pero no, no podía permitir que él siguiera viviendo este tipo de abusos, se lo había prometido. Él ya no amaba a Jongin, no después de todo lo que le había hecho.

Ahora, Kyungsoo lavaba los trastes tranquilamente, mientras Jae-woo estaba en la guardería.

De pronto, sintió cómo unas manos grandes lo rodeaban por la cintura, una fuerte y pesada respiración chocaba en su cuello, y cómo una voz le decía.

Kyungsoo... Aprovechemos a que Jae-woo no está en casa y renovamos esa marca. — Se dió la vuelta y notó que, cómo pensaba, Jongin estaba allí. Rápidamente se apartó del lugar.

No. Te he dicho que no quiero nada contigo, no quiero tu estúpida marca ni que me vuelvas a tocar. — Agarró su celular, su cartera y fué hacía la puerta. — Iré a buscar a Jae-woo.

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Una vez que volvieron a casa, Jae-woo entró feliz, Jongin lo miró con una sonrisa y abrió sus brazos para abrazarlo fuertemente.

Mi pequeño Kim Jae-woo. — Dijo feliz, Kyungsoo lo miró serio.

En realidad se llama Doh Jae-woo, le puse mi apellido. — Kyungsoo se acercó a ellos.

Pues ahora se llamará Kim Jae-woo, él, obtendrá toda mi empresa y mi herencia.

Kyungsoo agarró al bebé y se alejó un poco del hombre. — Es un bebé, no tienes que preocuparte por esas cosas. De todos modos nisiquiera es tu hijo.

Claro que lo es, ¿o me engañaste con otro hombre? — Jongin se acercó lenta y seriamente al Omega.

Na-nadie te engañó con nadie, y.. Si así fuera.. ¡No debería importarte! ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¡Jae-woo nisiquiera te conocía hace dos semanas atrás! ¿Sabes todo el dinero que me debes? — Dijo Kyungsoo enojado, jamás volvería a permitirse que alguien, y sobretodo Jongin lo usara. Él, tal vez alguna vez había sentido algo por él, pero eso quedó en el pasado.

Perfecto. — Jongin sacó su cartera. — ¿Cuanto quieres? Dinero deseas, dinero tendrás. Kyungsoo, mientras estés conmigo no te va a faltar nada. Deja tu ignorancia a un lado y acepta que sigues siendo mío.

¡No soy tuyo y jamás lo fuí! Que tenga tu marca no me hace de tu propiedad, entiende.

Jongin guardó silencio un rato, y luego volvió a hablar. — Pero, si sigues teniendo mi marca, significa que eres mi Omega hasta que desaparezca.

No me importa tu sucio dinero, quiero que nos dejes a mi y a mí bebé en paz. Si yo fuera tu Omega, no me tratarias de la forma en la que me tratas. Lo nuestro se acabó desde que me escape, hace cuatro años. — Lo miró de arriba a abajo. — Yo jamás pedí ser vendido a tí.

Pero aún así, lo fuiste, y debes aceptarlo. — Jongin dirigió su vista al pequeño. — Ven, campeón, vayamos a tomar un helado al parque.

Él no irá a ningún lado contigo. — Kyungsoo se alejó más.

Me tratas como si fuera un monstruo.

¡Por que lo eres, Jongin! Y si hiciste todas esas atrocidades conmigo, ¿quién dice que no las harás con tu propio hijo? — Jongin apretó tan fuerte sus puños que sus nudillos se pusieron blancos.

Tienes suerte de que el niño está contigo. Ya vas a ver cuando no esté. — Dijo serio Jongin, para luego salir del hogar.

Kyungsoo quedó confundido, ¿a dónde iría? Quién sabe, pero al menos no estaría en casa por un buen rato. Con su bebé en brazos, se dirigió al cuarto de baño para así poder bañarlo y que esté limpio para la hora de la cena.

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Eran las diez de la noche, Kyungsoo ya había bañado y alimentado a su pequeño, el cual luego de eso cayó dormido en sus brazos. Kyungsoo lo acostó suavemente sobre su cama y lo cubrió con una manta, para luego acariciarle la cabeza. — Prometo que nada te va a suceder, mi niño. — Dijo con una tierna sonrisa, la cuál desapareció al escuchar un sonido de llaves y puerta abriéndose.

Tomó aire, juntó fuerzas y salió de la habitación del niño, la inmensa oscuridad no le dejaba ver bien, pero se fué acercando y gracias a su olfato pudo sentir el aroma intenso de Jongin mezclado con un olor fuerte a alcohol. — “Mierda, esto no significa nada bueno” — Pensó, pues ya le había tocado vivir varias experiencias con Jongin borracho y no eran muy buenas que digamos. Trató de salir corriendo pero el Alfa era más rápido y lo agarró del pelo.

Te dije, Kyungsoo, que no escaparías más de mí. — Lo lanzó contra la pared y lo besó salvajemente, el Omega se resistía pero fue en vano, pues en un pestaneo Jongin ya le había arrancado la camiseta.

Entre lágrimas, Kyungsoo imploraba por piedad, pero claro que el mayor hacía caso omiso a esto y sólo siguió quitándole la ropa.

Su peor pesadilla había vuelto.

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