Unico

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Navidad, esa época festiva en la que los niños se emocionaban por la idea de que le den sus esperados y deseados regalos, y en la que algunos de esos niños alegres se decepcionaban al ver que les daban ropa en vez de esa Play Station tan querida y que solo en sueños podían tener. Esa época calurosamente ardiente por el verano en la que los niños se alegraban por el hecho de que un barbudo entrara por la chimenea.

Época en la que adultos como Edogawa Ranpo también tenían una mirada y actitud infantilmente feliz.

Fukuzawa veía desde su oficina como Ranpo, con una gran sonrisa, decoraba las paredes de la agencia con guirnaldas verdes y rojas, con ayuda de Dazai, el que lo tenía en sus hombros para que llegara a las partes altas. El amante de gatos suspiró y decidio ver más de cerca, al hacerlo notó que esos dos no eran los únicos emocionados. Kyoka y Atsushi entraban con una caja llena de gorros de navidad y vinchas con orejas de reno(1). Tanizaki también volvía de unas compras navideñas, con una bolsa llena de masa para galletas, que prepararía con Naomi y Kenji. Yosano ponía en una pequeña heladera junto a su escritorio algunas botellas de alcohol; vinos, whisky y cervezas.

Kyoka le hizo una seña con su mano para que se agache, el presidente le hizo caso y la adolescente le colocó en la cabeza un gorro rojo, como ese que usaba Papá Noel y se fue a repartir más gorros.

Kenji entró con un gran árbol, lo llevaba como si nada por su habilidad y lo colocó en una esquina, el mejor detective del mundo y el más suicida al terminar de decorar las paredes, empezaron a decorar el árbol con bolas coloridas y campanitas doradas.

El único que trabajaba era Kunikida.

Todos, menos el único trabajador y el presidente que los estaba viendo curioso, estaban colocando decoraciones en el árbol, felices y entretenidos.

Edogawa, más sonriente que de costumbre, volteo para agarrar la estrella y vio a su "casi padre". Fue hasta él y agarró su muñeca, guiandolo al árbol, su figura paterna lo siguió sin resistirse y vio el árbol, con coloridas y bellas decoraciones y un detalle que lo hizo enternecer, bolas con pequeños gatitos. Su "casi hijo" le entregó la estrella y lo miró con una mirada que decía claramente que el debía ponerla en la punta, algo que hizo sin ayuda de una silla en sus pies para más altura, no la necesitaba al medir esos grandes 1.86 metros.

Sí, así era la navidad en la Agencia, con Kunikida siendo arrastrado por Dazai a que deje de trabajar y con Rabpo emocionado como un niño.

Así es la navidad en la agencia -es y siempre será- , bella y hermosa.







(1) Por si no saben, la vincha sería algo así:

(1) Por si no saben, la vincha sería algo así:

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Navidad en la Agencia - BSD drabbleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora