❥. PARTE II

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Papi Innie, creo que no quiero hacer la obra —el tono de Wooyoung era apagado. Jeongin lo miró dolido— No quiero hacerlo...

—Woo, es un compromiso, no puedes simplemente dejarlo ahora. Y yo también soy tu padre, ¿no cuento?

El niño interpretó que su papi Innie pensaba que lo estaba dejando de lado por su papá Hyunjin, entonces se aferró a su cintura en un abrazo porque era muy bajito y no pasaba de ahí. Temía mucho que se sintiera mal, pero es que estaba desilusionado, deseaba que su papá estuviera ahí también.

—Lo siento —dijo, deshaciendo el agarre y depositando un besito en la mano del mismo— Lo haré, pero no te sientas mal.

Jeongin sonrió sin mostrar los dientes a la par que se agachaba para atraer el diminuto cuerpo al suyo.

—Te amo mucho. Estoy orgulloso de ti, amor —le murmuró en la sien.

Entraron al instituto, hablaban de diversas cosas para distraer al pequeño y fue como terminó oyendo el sueño que tuvo el pelinegro la noche anterior, era sobre el juego que le había enseñado Channie hace poco. Innie sonrió, cuando estaban jóvenes también solían ser aficionados a Calabozos y Dragones.

En el aula de Wooyoung se encontraban sus compañeros y varios representantes —en su mayoría mujeres—, casi todos los niños tenían sus vestimentas puestas. Lucían adorables y tan animados que Jeongin estaba encantado.

—Papi, allí está Chaeryeong —señaló a la castaña de lentes redondos.

Jeongin la reconoció enseguida, caminando a su dirección con Wooyoung de la mano. Le sonrió a la madre de Chaeryeong y dio una reverencia respetuosa.

—Hola, Jennie-ssi.

—Jeongin-ssi, que gusto verte de nuevo —la mujer sonrió amable, bajando la mirada a Wooyoung— Hola, pequeño Wooyoung.

El mencionado imitó la reverencia anterior de Innie de manera graciosa, saludando a la noona. Jennie y el castaño intercambiaron más palabras mientras Wooyoung se cambiaba la ropa y le ponían un poco de maquillaje a Chaeryeong.

No vio a Seungmin, el maestro de Wooyoung, era un hombre amigable con una sonrisa encantadora, ambos compartían una amistad desde hace un tiempo, y Innie, avergonzado, tenía que admitir que llegó a dormir con él. Era poco profesional por el hecho de que era el educador de su hijo, pero era joven, tenía necesidades, prácticamente criaba un niño solo y Seungmin fue muy amable. Sus encuentros íntimos fueron menos de tres veces, luego acordaron que sería mejor quedar como amigos.

—Oye, Woo, ¿no estás nervioso? —cuestionó al ver que su hijo conversaba divertido hace un rato con sus compañeros.

—Hmm, no —negó Wooyoung— Practiqué mucho, papá, no me voy a equivocar.

—Gritaré mucho por ti —Innie admitió, subiendo sus cejas de forma divertida. El niño se quejó.

—¡Oh, no! En mi concurso de baile tú y tío Changbin me avergonzaron.

A Wooyoung le faltó tiempo para rogarle a su papá Innie que, por favor, no gritara, porque un segundo después estaba su maestra de teatro pidiéndole al mayor que fuera a su asiento. Jeongin le dio un beso a Wooyoung deseándole suerte.

Sentado cerca del escenario, Innie preparaba la cámara digital para grabar al pelinegro. Todavía no asimilaba que Hyunjin se había marchado sin más, como si ese compromiso era más importante que su hijo, si consideraba eso cierto, allá él, ¿había necesidad de aparecer esa mañana entonces? Creía que no.

Cuando notó que el telón rojo aún estaba abajo, dando por hecho que la obra seguramente comenzaría en unos minutos más, aprovechó la ocasión y llamó a Changbin. El rubio no había podido asistir a la presentación de Wooyoung porque tenía una salida con Soyeon —su prometida—, iban a comprar más preparativos para su boda, y pese a su compromiso, afirmó que podía llevarlos. Claro, lo único que llegó fue un mensaje pidiendo perdón junto con la presencia de Hwang Hyunjin.

Over again ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora