Snow Rain

Snow

Nieve...
¿Qué es la nieve?
Dependiendo del contexto hay quienes la asocian con la salud, la paz e incluso con la pureza, pero para George Weasley la nieve no representaba nada más allá de un profundo y penetrante sentimiento de soledad.

Hace apenas un año había perdido a su gemelo y con él, pero se sentía como si hubiese sido ayer. Cada vez que abría los ojos y recordaba su realidad no podía hacer nada más que sentirse asquerosamente miserable.

¿Por qué el y yo no?
¿Si hubiese estado con él lo habría salvado?
¿Por qué le fallé así?

Eran las preguntas que rondaban constantemente por su cabeza y que no le permitían seguir adelante, perder a su gemelo se sentía como haber perdido una parte importante de si mismo.

Pero sin importar cuánto llorase o se atormentase día y noche, sabía que no podría traerlo de vuelta; jamás podría volver a escuchar su risa o ver sus ojos brillar cuando maquinara una nueva travesura. La tormentosa realidad era que se había ido para siempre...

O tal vez, existía la manera de volverlo a ver...

George jamás imaginó que en una de sus escasas visitas a la biblioteca se encontraría con un desconocido chico de tez morena que no dejaría de mirarlo hasta que logró ponerlo incómodo.

— Disculpa, ¿Te conozco?. — Mencionó el pelirrojo mientras intentaba no desviar la mirada del libro que fingía leer.

— ¿Lo extrañas?. — Ignoró por completo la pregunta dirigida hacia su persona mientras mantenía aún su vista fija en el chico frente a él.

— ¿No te han dicho que es de mala educación responder una pregunta con otra? — Rebatió a la defensiva.

— Podrías volver a verlo... Búscame en la torre de astronomía después de las 12.

— No entiendo de que estás hablando, ¿Es algún tipo de broma? Porque no me divierte.— Ninguna broma le divertía desde que su hermano no lo acompañaba.

—Aprovecha la nieve Weasley...

Y sin decir ni una sola palabra más, aquel desconocido desapareció de la biblioteca, dejando a un George completamente perplejo y pensativo.

"Volver a verlo... Aprovecha la nieve" ¿A qué carajos se refería con eso?

Al principio su idea era olvidar por completo aquel misterioso encuentro, pero una extraña sensación en su corazón lo levantó de la cama y lo arrastró hacia la torre de astronomía sin pensar siquiera en las consecuencias que podría tener si lo llegasen a atrapar.

— Viniste.— Murmuró aquel chico logrando erizar los vellos del pelirrojo pues no se había percatado de su presencia.

— De que hablabas... Cuando dijiste que podría verlo de nuevo.— No había más que desesperación en su voz.

Un ruido en seco se hizo presente cuando un viejo y polvoriento libro cayó al suelo, no tenía título y parecía estar hecho a mano.

— Página 12, úsalo sabiamente.

El pelirrojo ni siquiera se molestó en emitir una respuesta antes de arrodillarse y tomar el libro entre sus manos para comenzar a ojearlo y para su sorpresa todas las hojas se encontraban en blanco, excepto la página 12.