4: "¿Alguna vez te has enamorado?"

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Tom Kaulitz:

Abigail estaba bailando y yo por alguna extraña razón no podía dejar de verla
Debo de admitir que desde el primer día que la vi no la reconocí cambio bastante
Desde el primer instante en que la vi supe que era ella pero no estaba seguro de que si fuera por su físico
Estaba apunto de ligármela pero vi sus ojos y su lunar en ellos y supe que era ella

Quería dejar de verla pero no podía me tenía hipnotizado, sus caderas se movían al ritmo de la música y sus manos estaban en su cabeza
Muchos estaban viéndola, pensé que solo estaba bailando sobria pero no por que quiso tomar otro trago y no pudo ni caminar

—Bill, Abigail ya está muy tomada—hablé después de lo que vi
—¿Como sabes?—hablo volteando a verme
—No puede ni caminar—hablé obvio
Bill la vio intentando caminar pero no podía
—Si, ya está muy tomada—afirmó
—Vamos a casa—hablo nuevamente Bill
—Bill tu y Tom son los únicos sobrios—hablo Georg
—Me pueden ir a dejar a mi casa?—hablo Gustav
—Si a mi también—siguió Georg
—Tom!—me gritó Bill
—¿que pasa?—hable
—Voy a dejar a los chicos tú encárgate de Abi—Bill desapareció de mi vista así que ahora tocaba buscar a Abigail
La busqué con la mirada hasta que la encontré y fui hacia ella
—Abigail—hablé
—Oh, Hola Tom—me saludo
—Nos vamos—ordene
—Un rato más—hablo como niña de 7años que no quiere levantarse para ir al colegio
—Estas muy tomada! Nos vamos—hablé nuevamente
—Okay—hablo y se intentó parar del asiento en el que estaba pero no lo logró se iba a caer pero agarre su brazo para que tuviera equilibrio
Intento caminar pero era inútil
La tome de un brazo y caminé junto a ella
Seguimos así hasta que llegamos a la camioneta
—Entra—hablé ayudándola a subirse a la camioneta
Una vez con Abigail dentro del auto subí yo también
Me ayude a colocarse el cinturón de seguridad y hice lo mismo con el mío
Empezó a manejar la carretera estaba vacía no había ni un solo vehículo
—Oye...Tom—hablo la ebria a mi lado
—¿Que pasa?—hable
—Voy a vomitar—advirtió
—Ni se te ocurra vomitar en mi camioneta—paré el auto y salí del auto
Fui con ella para ayudarla a salir
Y eso hizo, bajo del auto y pensé que iba a vomitar
Pero no lo hizo
—No querías vomitar?—pregunte viendo cómo no hizo por lo que paramos
—No solo quería aire pero sabía que si te decía no ibas a parar—dijo tranquila dentándose en una roca que estaba por ahí
—Vamos Abigaíl—hablé cansado, ya quería ir a casa a dormir y ella seguía ahí
—Solo un rato Tom!—hablo casi gritando
Rodee los ojos y me senté junto a ella
A decir verdad yo también necesitaba algo de aire
—Que tal fue tu vida los últimos años?—hablo sacándome de mis pensamientos
—Pues un poco aburrida, pero casi lo mismo—hablé tratando de recordar
—Que tal la tuya?—pregunte
—Puess bien —mintió sabía que había mentido cuando lo hace, hace una sonrisa al revés y arruga la nariz
—Se que mientes—dije seguro
—Claro que no—me miro indignada
—Claro que si—la mire
—¿Como sabes?—dijo alzando una ceja
—Cuando mientes arrugas la nariz y haces una sonrisa hacia abajo—dije mirándola
—Claro que no—dijo y volvió a mirar hacia enfrente
—Bueno tu sabrás si mientes o no—hablé volteando al frente—Pero te conozco y se que lo haces—
—Eres un odioso—hablo divertida
—No soy tu—hablé
—Yo no soy odiosa—dijo mirándome—O al menos no como tú—
—Si claro—dije sarcástico
Nos quedamos un rato en silencio hasta que ella hablo
—Que hora es?—pregunto
—Ya es demasiado tarde vamos a
casa—hablé mientras veía la hora y me paraba
—Pregunte la hora no si ya era tarde o no—hablo parándose igual
—Ya entra—hablé abriendo la puerta del copiloto para que Abigaíl entrara

Cuando entre ella están viendo hacia enfrente, se veía mal
—Abigaíl estas bien?—dije mirándola
—Sip perfecta—dijo mirándome
—Okay entonces vamos—hablé

(...)

Abigaíl seguía demasiado tomada, a cada rato decía lo que se le venía a la cabeza
—Tom...¿Alguna vez te has enamorado?— fue la única cosa que escuché, no le estaba prestando atención por que decía demasiadas estupideces pero lo que dijo me sorprendió
—Yo?—pregunte—No, jamás he sentido atracción por una chica de esa manera—dije un poco confundido
—Pero por que te pones triste?—dijo un poco divertida

No era que me pusiera triste es solo que, me da miedo jamás encontrar un verdadero amor o alguien que no traicione mi confianza, ¿Que si me dañan? No puedo dejar que alguien me lastime mucho menos una chica

—No estoy triste—dije
—Tu voz se oye triste—dijo mirándome
—Pues no lo estoy—dije firme
—Sabes?...creo que jamás te has enamorado por qué tienes miedo de salir dañado—eso era cierto
—Creo...que si—hablé—Y tu alguna vez te has enamorado?—dije tratando de dejar el tema de mi inseguridad atrás
—Si...—dijo cambiando su semblante
—¿Quieres contarme?—pregunte
—Si, de echo jamás he platicado con nadie de esto—hablo
—adelante cuéntame—

Abigail:
—Bueno, pues fue de un chico alto, rubio, era lindo, bueno para mi lo era y demasiado, lo conocí por que iba en mi escuela, empezamos a hablar por que nos toco hacer un equipo en clase de matemáticas, Para ese punto yo ya estaba enamorada, empezamos a hablar mucho, hasta que se hizo mi mejor amigo, estábamos todo el tiempo juntos, nos contábamos todo, lo típico de amigos, hasta que una vez hablando en mi cuarto me beso, obvio le seguí el beso hasta que terminamos teniendo relaciones, el se quedó a dormir conmigo, y en la mañana siguiente no estaba, fui a la escuela y lo busqué el me evitó todo el día y cuando entraba a un salón todos me miraban y se reían de mi, sabía que había pasado pero no quería aceptarlo.—hable con tristeza al recordar todo eso, miraba hacia el suelo—Cuando salimos de la escuela fui con él para tratar de confirmar si por lo que paso esa noche es que no me hablaba y me evitaba; El estaba frente mío, mirando hacia el suelo...

Éticamente Mal.- Tom Kaulitz y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora