¡Podría ser tu padre! 🔥

36: Cinco días para pensar.

Danniel

— Llegas tarde — me reclama mientras camino a su lado para abordar — Tenes problemas con la puntualidad Dan — la detallo y trae unos jeans junto a una sudadera abrigada color beige.

Cualquiera diría un look muy relajado, pero ella se ve súper linda, su pelo ondulado se le ve tan bonito.

— Al menos deberías decir, lo siento soy un impuntual — no deja de caminar, pero estamos bien de horario, ella es algo exagerada o quizás tengo un grave problema con la puntualidad.

— Buenos días llegan justo a tiempo — dicen las azafatas que nos revisan los pasaportes para subir al avión y Lil me dirige una mirada acusadora.

Abordamos junto a tiempo, al parecer si fui algo impuntual, nos sentamos en nuestros asientos y Lilian solo respira aliviada.

— Odio con mi ser que seas impuntual Danniel — me mira esperando alguna reacción de mi parte.

— Hola Lil, estabas tan quejosa que no te salude — sonrío para relajarla pero frunce el ceño.

— Estaba estresada esperando a mi tonto jefe — se apoya en el respaldo de su asiento y mira hacia la ventana.

— Estaba emocionado y no mire la hora — me mira interesada en lo que tengo que decir. Estoy emocionado realmente, cinco días compartiendo el hotel, aunque habrá trabajo habrá mucho tiempo libre también.

— Cinco días donde nadie nos conoce — sonríe con picardía y suspiro, a ella nadie conoce a mí.... me conocen un poco, pero eso no importa.

— Una buena oportunidad para no salir de la habitación — levanto ambas cejas y ella se ríe pero niega.

— Lo contrario Dan, quiero salir a todos lados y hacer muchas cosas que no puedo hacer en casa — se inclina hacia mí y quedo atontado por su perfume, su mano toca la piel de mi cuello dándome un choque eléctrico que no me permite apartar mis ojos de los suyos — Como besarte en público — no puedo responder porque pega sus labios a los míos y una inercia incontrolable me obliga a cerrar los ojos, mientras le correspondo su beso, un beso suave y delicado, diferente a cualquier beso que Lilian me ha dado, pero es un beso demasiado placentero, un beso que me acelera el corazón y hace que mi estómago se sienta extraño, como si estuviera nervioso.

— Usemos estos días para pensar Dan y el domingo cuando estemos volviendo vamos a hablar de lo que nos quedó pendiente la otra vez — sus ojos se ven brillantes y tienen un toque de dulzura que no había notado, se ve tierna.

¿Usar estos días para pensar en lo que nos pasa? No es mala idea, pero yo sé lo que pasa, solo que no quiero decirlo, no quiero avanzar y...

— Solo disfrutemos ¿Qué te parece? — vuelvo a mirarla y no puedo negarme cuando me mira llena de ilusión.

— Cinco días para pensar y disfrutar, me gusta Lil — sonríe satisfecha y se acomoda en su asiento.

— ¿Sabías una cosa? — me mira divertida.

— ¿Qué? — apoya su mano en mi rodilla y sube peligrosamente hacia mi entrepierna.

— Nunca lo hice e un avión — lanzo una carcajada sin remedio, Lilian es única realmente. — Ay ya, sos un tarado, no te rías de mis fantasías— no puedo aguantar, porque no se esperó a que el avión despegara para querer sexo en el baño — Le voy a pedir a otro que se encargue de cumplir mis fantasías— mira ofendida hacia la ventana y dejo de reírme.

Suspiro recuperándome de tanto reír y me acerco a ella para susurrarle al oído.

— Lil, no podemos tener sexo en el baño de avión, porque podrían hacer que se caiga — me mira frunciendo las cejas — Estas demasiado buena y sabes que me pongo muy loco cuando te toco — se sonríe complacida por mi comentario. — Aunque es tentadora la oferta y morir mientras te follo no está nada mal — con su cuerpo me da un empujón juguetón alejándome.