Capítulo 9 - Gulf

163 35 2
                                    

Me despierto de golpe balanceándome contra la nada, y grandes brazos tiran de mi cuerpo. Suaves besos están siendo presionados en mi cabello y la habitación iluminada de mi pesadilla cambia a oscuridad cuando abro los ojos.

—David.

—Él no está aquí, Ángel. Somos solo nosotros.

Hacía semanas que no tenía una pesadilla. Esperar que no me sigan hasta aquí no parece funcionar. Esta ha sido más vívida que la anterior. Suelto una respiración temblorosa, tratando de volver completamente a la realidad, recostándome junto al hombre que amo. Su sola presencia suele ayudar a que las pesadillas sean más soportables.

Mew me abraza con más fuerza, empujando mi cuello.

—Te tengo, Gulf, siempre te tengo.

Me doy la vuelta y entierro mi cara en su hombro, apretando la parte de atrás de su camisa en mi puño.

—Daddy.

Presiona besos en mi cabello, frotando su mano arriba y abajo de mi espalda.

—Sí. Estoy aquí, Ángel.

—Solo nosotros —susurro. Me abraza más fuerte.

—Solo nosotros.

La mezcla de nuestras respiraciones me reconforta y el ritmo constante del corazón de Mew regula el mío. Presiono mi oído contra su pecho, concentrándome en el sonido relajante. No dejaré que los malos recuerdos ganen. Crear nuevos los empuja más lejos de mi mente. Con suerte, algún día estarán tan distantes que podré bloquearlos. Como no quiero quedarme en la cama pensando en alguien que sólo ha querido retenerme en la vida, levanto la cabeza y me encuentro con la mirada de Mew.

—¿Daddy?

—¿Sí, Ángel?

—¿Podemos decorar el árbol ahora?

—¿Estás seguro? —Él arquea una ceja, una expresión preocupada en su rostro.

—Sí. Prefiero tener las manos ocupadas decorando y la mente distraída haciendo algo divertido contigo que estar aquí tumbado atormentado por mi pasado.

Él asiente, sonriendo suavemente.

—Está bien, precioso. Cuando estés listo. Lidera y yo te seguiré.

Me bajo de la cama lentamente y camino hacia el salón. Mew está detrás de mí todo el tiempo. Su presencia es un consuelo, me rodea con su calor, y a veces es suficiente con estar en la misma habitación. Ahora no. Sintiendo que le necesito, Mew me toma la mano y me frota círculos en el interior de la palma. Señala un rincón del salón y mis ojos se abren de par en par, sorprendidos.

—Traje la caja mientras dormías y puse el árbol. De esa manera todo estaba listo para que lo decoráramos cuando te despertaras.

—¿Qué pasó con tu siesta?

—Creo que tú necesitabas una más que yo. Sólo que eras demasiado terco para decirlo.

—¿Me engañaste? —Levanto una ceja, sonriendo.

—No, no lo hice. Sólo te ayudé a darte cuenta de lo que no podías por lo emocionado que estabas con la decoración.

Sonrío, inclinándome para recoger el primer adorno. Acaricio el ángel blanco y brillante que recibí de Mew en nuestra primera Navidad juntos. Se empeñaba en mimarme de todas las maneras posibles, lo que incluía adornos y calcetines personalizados. Coloco el adorno en el árbol ya iluminado y Mew coloca uno junto al mío. Le regalé un adorno de Venus atrapamoscas como agradecimiento por mi ángel perfecto. No encajan exactamente uno al lado del otro en el árbol y son completamente opuestos. Me parece que él y yo nos complementamos con nuestro encanto único. Me río, pasando los dedos por el adorno de Mew.

Tatuajes y Nerds 2.5 : Una Diferente Forma de Navidad (Adaptación MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora