No quiero.

Vida.

Dieciséis años tenía Filia en aquel día, ese día en el que pudo a su amiga recuperar. Había sido costoso, debió dejar atrás a cierta persona y derrotar a el trío de villanas para poder pedir su deseo. Pero gracias a el skullheart, ella podía ahora vivir una vida normal junto a Painwheel.

Veintitrés años tiene en el presente. Está viviendo una vida con Carol en la que ambas trabajan en una pequeña tienda de flores, las cuales les genera un poco de dinero para subsistir mientras ahorran para poder algún día estudiar, aunque Filia sabe que realmente no podrá.

Usualmente, cuando podía, ella iba a visitar la tumba de Squigly. Samson insistía en que era una pérdida de tiempo y que debía aprovechar su vida para hacer feliz a quien realmente importaba ahora, Painwheel. Pero pensaba que solo lo decía para irse, no podía imaginar que estuviese preocupado de verdad por ella.

Empezaba a sentirse todos los días más débil, como si estuviera envejeciendo, bajando sus defensas. Dificultad respiratoria, dolores de cuerpo, vista borrosa en situaciones repentinas, problemas para dormir, fiebre y descomposiciones al levantarse. Pero no le importa, los remedios curan todo. Ahora su centro de atención era que a la tienda le estaba yendo realmente bien, Carol estaba muy contenta y eso la alegraba.

Pudo aprender a coser gracias a ella, había hecho prendas similares a las de su juventud. Investigó que flores eran las preferidas de Carol. Se fijó el clima de esos días. Tenía sus motivos. Estuvo preparando algo especial toda la semana. Se aseguró de que tuviese el valor para finalmente hacerlo y se preparó... mañana le diría algo muy especial.